Exportaciones regionales a este país bajaron un 33,4% en julio del presente año, respecto de 2018. Los envíos locales representan un 5,9% del total y su economía creció hasta 2013 a una tasa de 6,1%.
Un problema o una oportunidad. Ambas pueden ser caras de una misma moneda respecto de la crisis política que afecta a Perú, desde la perspectiva regional.
Según el INE, a julio de 2019 las exportaciones regionales a Perú bajaron un 33,4% respecto del 2018. Adicionalmente, los envíos locales a este país representan un 5,9% de las exportaciones de Bío Bío.
Otro dato interesante, es que el crecimiento económico entre 2002 y 2013 de la nación norteña fue a una tasa de 6,1% anual y actualmente es en torno al 3%.
“Producto de los menores precios internacionales de materias primas (cobre principalmente) se ha desacelerado a niveles de 3%” explica Renato Segura, director del Centro de Estudios de la Realidad Regional, Cerr, y quien también fue ex director de ProChile.
Desde una perspectiva más positiva para Bío Bío, el director del Cerr, plantea preliminarmente, que el conflicto interno de Perú puede ocultar una oportunidad de negocios para la Región.
“Abre enormes oportunidades para internacionalizar a la pequeña y mediana empresa de la Región, cuyos volúmenes de producción las mantienen ancladas en el mercado local” dice Segura.
En esta línea, también apunta a que “todavía nuestras empresas no han mirado seriamente a Perú como un socio estratégico para el desarrollo de nuestras exportaciones. Hoy día, para las empresas de la Región es más efectivo multiplicar nuestras misiones comerciales a Perú y Ecuador” enfatiza el director del Cerr.
En tanto, Daniela Catalán, secretaria de Estudios de Programas Advance de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián (USS) estima que “en este caso en particular, siempre y cuando las tensiones vayan en aumento, podríamos decir que el impacto directo se verá en las tasas de crecimiento y empleo de Perú”.
Catalán también señala que “para los ojos de los inversionistas, ya sean extranjeros o locales, no es atractivo invertir si no hay estabilidad política e institucional, factores determinantes en el desarrollo de una nación”.
Sandra Ibáñez, ex directora de ProChile, aporta que “Perú es un competidor directo para Chile y en particular para Bío Bío en diversas áreas productivas. Sólo por mencionar el sector agrícola, en 2018, las exportaciones chilenas llegaron a los US$ 18 mil millones y las de Perú marcaron los US$ 7 mil millones”.
Ibáñez agrega que “Perú está creciendo muy fuerte en uva de mesa, cítricos, arándanos y en paltas, llegando a los mismos mercados que tiene Chile”. Pero, a la vez, coincide con el director del Cerr, en cuanto a que “esta situación, lejos de representar una amenaza para Chile, debe ser vista como una oportunidad”.