Economía y Negocios

UDD es la primera en Chile y Sudamérica en ingresar a Ashoka

Por: Edgardo Mora 28 de Marzo 2018
Fotografía: Gentileza UDD.

El vicerrector de innovación, Daniel Contesse, repasa las implicancias de la certificación recibida junto con deslizar algunas críticas al ecosistema de innovación y emprendimiento regional y nacional.

Tras dos años de trabajo continuado para cumplir con los estándares establecidos por Ashoka la Universidad del Desarrollo (UDD) se transforma en la primera del país y Sudamérica en ser certificada por la entidad internacional.

La ceremonia de oficialización se realizará la primera semana de abril en Boston, Estados Unidos, donde viajará una delegación de la universidad.

Contesse repasa además las implicancias de esta certificación junto con deslizar algunas críticas al ecosistema de innovación y emprendimiento regional y nacional.

-¿Qué relevancia tiene que la UDD sea designada como Ashoka Changemarker Campus?

Ashoka es una organización norteamericana internacional que promueve la formación de agentes de cambio para impulsar la innovación social, cambios culturales y el emprendimiento entre otros. El foco es que las universidades tienen alumnos cuya idea es transformar en potenciales grandes líderes del futuro, donde hay que hacer todo el esfuerzo académico pensando en cómo transformar a los alumnos en líderes.

Se trata de una organización mundial que han armado un capítulo de universidades donde somos la primera universidad chilena y en Sudamérica en ser designada, lo que es muy relevante para nosotros.

-¿Qué fue lo que motivó esta designación?

– Es un proceso de certificación para el cual llevamos más dos años trabajando y nos adscribimos a esto porque sintonizaba mucho con los valores, y la estrategia de nuestra universidad donde la UDD se la juega por el emprendimiento, la innovación y la responsabilidad pública, y encontramos que Ashoka era una organización que promovía justamente eso y, además, certificaba universidades en esa línea. Así fue como iniciamos este proceso hace más dos años que implicó una serie de acciones hasta que finalmente nos informaron que habíamos logrado el estándar para poder ser certificados y ahora en las próximas semanas recibiremos formalmente esta certificación.

-¿Además de este logro cuáles fueron los principales avances de la UDD en 2017 respecto de Innovación?

– La estrategia que hemos seguido es construir un ecosistema de innovación y emprendimiento. Lo que queremos al final que coincide mucho con lo de Ashoka es que alumnos y profesores puedan vivir una experiencia universitaria que los transforme en futuros profesionales innovadores y emprendedores. Entendemos que la innovación y el emprendimiento no es necesariamente crear una compañía, que puede ser, pero más importante que eso es una actitud de vida, una aproximación a la vida.

-¿Cómo evalúa el actual ecosistema innovador de Bío Bío?

– Las universidades tenemos que jugar un rol más real que nominal, me refiero a que nuestro accionar como universidad tiene que estar mucho mejor sintonizado con las necesidades del país y la Región en particular, y eso se expresa en concreto, por ejemplo, en que la ciencia que hacemos tiene que ser una ciencia que converge mucho mejor con las necesidades económicas y sociales del país, y no sólo una ciencia que se mira el ombligo o que se dedique a escribir papers, tiene que ser una ciencia que se conecte con la empresa, con la sociedad que colabora y construye valor social, y económico. Aquí hay un aspecto que nos falta a nivel país y a nivel regional. El capital humano es otro aspecto donde como universidad debemos sintonizar mucho mejor con las verdaderas necesidades del mercado laboral y el mundo emprendedor. El mundo laboral siempre alega a las universidades que no formamos profesionales con las competencias suficientes, esto hay que abordarlo y cerrar esta brecha, lo que requiere mayor colaboración e integración, mirar más lo que está pasando en el mundo.

-¿Cuáles son las principales tendencias en innovación a nivel nacional e internacional?

– Una tendencia muy clara es lo que algunos llaman revolución digital o tecnológica lo que es una macro tendencia. De esta se descuelgan otras de innovación en educación sobre cómo formamos profesionales para el siglo 21 y sus respectivas competencias, la incorporación de nuevas tecnologías al proceso educativo, el perfil del profesor y la conexión con la empresa, entre otros. Asociado al mundo laboral, otra tendencia es cómo cambian las formas de trabajo a uno más autónomo, independiente o Freelance y cómo esto cambia la cultura de las sociedades. Otro elemento es cómo se tratará la información, donde ya no es importante el conocimiento, sino qué es lo que hacemos con él y cómo crear valor a través del conocimiento disponible.

-¿Qué relevancia tienen los fondos para mover la innovación a nivel regional?

– Acá tengo una perspectiva distinta, la mayoría diría que sí. Los fondos cumplen una función, cierran ciertas brechas pero en mi opinión eso no es lo fundamental. Hay muchos países donde se reparten fondos y no pasa nada, hay otros donde nunca han existido fondos y son tremendamente emprendedores. El fundamento del éxito, por ejemplo, de Silicon Valley que es como el emblema de EE.UU. de emprendimiento e innovación no tiene nada que ver con una agencia repartiendo capitales semilla, tiene que ver con cultura, capacidades, empresarios y emprendedores, con innovadores y una mirada global e integrada al mundo. Muchas veces se cae en el simplismo que el Estado no cumple su función, el estado debe cumplir su función pero en mi opinión está lejos de ser lo más importante.

-¿Cuáles son sus proyecciones para la innovación regional en los próximos 5 años?

– He mantenido que la Región del Bío Bío por sus características puede jugar un rol relevante en Chile en innovación y emprendimiento, me refiero a que la región cuenta con una alta participación en capital humano donde importantes universidades del país están aquí, además cuenta con un nivel de actividad empresarial relevante y es una región riquísima, desde el punto de vista de los recursos naturales, es decir, tiene mucho para liderar y no ha sido necesariamente así. El por qué no es así, tal vez nos remita al punto del rol que juegan las universidades y también del Estado en cuanto promotor de una institucionalidad de un espíritu innovador, y emprendedor, por sobre las políticas de financiamiento. Ese es el salto que debemos dar como país y como región.

– ¿Qué importancia le da a las economías colaborativas en esta cultura de la innovación y emprendimiento?

– La colaboración y la integración son fundamentales, y es una tendencia mundial. En Bío Bío un emprendedor piensa esencialmente en Concepción y la Octava Región, con suerte va estar pensando en Chile. Cuando vas a Israel y hablas con un emprendedor joven no está pensando en Israel está pensando en el mundo y para ir al mundo tienes que colaborar, no puedes ir al mundo sólo entonces hay que buscar redes y contactos, hay que recordar que Wase es un invento Israelí que terminaron vendiendo en millones de dólares a Google donde existe una lógica distinta de entender que uno es ciudadano del mundo. Aquí tenemos una tremenda brecha como es el dominio del inglés que para la colaboración es fundamental.

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