Una mirada al mapa del proyecto muestra la enorme red que se establece en este proyecto y las rutas oceánicas por las cuales se extiende, un brazo se alarga hacia el Pacífico, hacia Sudamérica, hacerse parte es un desafío que no puede ignorarse.
Es indispensable crear una cultura de convivencia, como las políticas del buen vecino, encontrar el equilibrio entre los derechos y las obligaciones, más el cultivo del respeto y los buenos modos, la afabilidad ciudadana, que no puede instaurarse por el solo imperio de la ley.