Se estima que las faenas podrían partir el segundo semestre del próximo año. Vecinos destacan que es el primer acercamiento a una solución definitiva.
El profesional ve a los jóvenes como un reto, ya que no creen que se podrán contagiar, lo ven como algo lejano y siguen incurriendo en conductas poco seguras.
El facultativo destacó a Chile como un ejemplo en el control de antimicrobianos, pero advirtió que aún se debe generar un programa que regule no sólo a la población, sino también a los animales y el medio ambiente.