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Investigador de Universidad de Florida alerta: “El abuso de antibióticos está poniendo en riesgo a la población”

El facultativo destacó a Chile como un ejemplo en el control de antimicrobianos, pero advirtió que aún se debe generar un programa que regule no sólo a la población, sino también a los animales y el medio ambiente.

Por: Ximena Valenzuela 04 de Abril 2019
Fotografía: Brett Gundlock

“Estoy resfriado, me duele la garganta, necesito un antibiótico que me quite las molestias” es una frase muy repetida entre la población que, generalmente, cree que dicho medicamento es la respuesta a todos sus problemas de salud e, incluso, muchos se retiran decepcionados y molestos de las consultas médicas cuando se ven enfrentados a un facultativo que se niega a recetarlo.

Y es que muchos ven a los antibióticos como la solución para una dolencia específica, sobre todo, si en algún momento se los han recetado. Sin embargo, a juicio de Carlos Espinal, director del Consorcio de Salud Global de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Internacional de Florida, Estados Unidos, con dicha práctica sólo se está logrando poner en riesgo la salud, pues se genera una crisis de resistencia antimicrobiana.

“Los antimicrobianos o antibióticos, son sustancias químicas que, a bajas concentraciones, actúan contra los microorganismos, destruyéndolos o inhibiendo su crecimiento, pero cuando se abusa de ellos, las bacterias sufren cambios que hacen que los antibióticos utilizados para combatirlos dejen de ser eficaces”, explicó Espinal en el Seminario Latinoamericano de Periodismo en Ciencia y Salud, que está realizando el Laboratorio MSD en Ciudad de México.

Para el especialista “Chile ha sido un modelo en todos los aspectos de Salud Pública. Tiene muy buena vigilancia epidemiológica, así como normas muy claras en cuanto a la prescripción de antibióticos, programas establecidos de uso de ellos en hospitales y muy buenos especialistas en resistencia antimicrobiana. Sin duda, Chile es uno de los países que podríamos utilizar como referencia en el área”.

De hecho, según estudios presentados en su ponencia, Chile es uno de los países de la zona que menos uso de antibióticos tiene entre 2000 y 2015, lo que permite disminuir entre un 30% y 40% la resistencia antimicrobiana en un corto plazo.

Lo que falta

Sin embargo, al ser consultado por los desafíos que existen en dicho campo para nuestro país, aseguró que se debe impulsar un programa de control de resistencia antimicrobiana que no sólo incluya a la población, sino también a los animales y medio ambiente. “La vertiente medio ambiental es muy importante porque allí circulan las bacterias, que son el eje central de la resistencia, llega mucho antibiótico al medio ambiente a través de la producción de alimentos, desechos hospitalarios, acción de la industria y más (…), todo eso hace contacto con las bacterias, las vuelve más resistentes y después hacen transferencia de ello a los humanos, generando un problema mayor”.

Eso sí, destacó que Chile tiene la ventaja de contar con expertos en salud animal, pertenecientes a la Organización Panamericana de la Salud, FAO, su sigla en inglés, con quienes trabajarán en el contexto del desarrollo del programa. “Todos los países, incluido Chile, se han comprometido a implementarlo (…), veremos cuál es el estado del arte y trataremos de acelerar el proceso”.

Afirmó que una buena medida que podría adoptarse, a través de la Ley de Fármacos 2, es la prescripción exacta de la dosis para evitar que las pastillas que no fueron necesarias para un tratamiento específico sean usadas más tarde por el paciente, sin un chequeo médico previo, pues no sólo es un factor que aporta a la automedicación, sino que a la resistencia antimicrobiana.

Además, agregó que “las vacunas son una estrategia muy importante en la reducción y el control de la resistencia antimicrobiana, por ejemplo, la contra el neumococo, influenza, meningococo y varicela, así como cualquier otra que evite una enfermedad inmunoprevenible”.

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