Con alegría constatamos que la propuesta de este medio por un periodismo laico, pluralista y democrático ha encontrado eco en la sociedad penquista.
Causan preocupación en la ciudadanía los ejemplos de contagio entre parlamentarios. Más aún cuando las autoridades no toman los resguardos que han recomendado a todo el país.
Estos hechos son una carga adicional a los que están en la primera línea frente a la Covid-19. Un gravamen que el personal de salud debe asumir, como si no fuera suficiente la pandemia.
Tanto para los núcleos familiares que tienen hijos y los que no, el confinamiento ha planteado un examen a la tolerancia, a la empatía.
Debido a las medidas restrictivas y de confinamiento frente a la Covid-19, la cultura del reciclaje quedó en un segundo plano. Pero es necesario insistir en prácticas más ecológicas.
Las pandemias tienen dos tipos de final, dicen los especialistas: el médico, cuando caen las tasas de incidencia y muerte, y un final social, cuando se desploma el miedo a contagiarse.