Un nuevo Chile comienza en este 2022. Lejos de ser una hipérbole narrativa, es una certeza que está anclada en la reconfiguración del tablero político-administrativo nacional.
Un nuevo Chile comienza en este 2022. Lejos de ser una hipérbole narrativa, es una certeza que está anclada en la reconfiguración del tablero político-administrativo nacional. Nuevas autoridades en la administración del Estado, desde la Presidencia de la República hasta los cargos territoriales, designados o elegidos por voto popular.
El país comienza a funcionar con un Congreso Nacional renovado. Veintisiete senadores y senadoras se instalaron en la Cámara Alta, representando las regiones de Antofagasta, Coquimbo, Metropolitana, O’Higgins, Ñuble, Biobío, Los Ríos, Los Lagos y Magallanes por un período de 8 años. Gastón Saavedra, Sebastián Keitel y Enrique Van Rysselberghe debutan en el Senado por la Región de Bío Bío. Se proyecta un cierto equilibrio de fuerzas políticas entre senadores que comparten las ideas del gobierno de Gabriel Boric y los que abiertamente figuran en la vereda de oposición.
En la Cámara Baja también hubo renovación de los cuadros políticos. La Cámara que asumió el viernes está compuesta por 155 legisladores y legisladoras. Del total, 65 vienen del periodo previo y, en cuanto a género, 100 son hombres y 55 mujeres. Tal como en el Senado, también hay un equilibrio entre parlamentarios del oficialismo y de la oposición.
El nuevo diseño político del país también está expresado en los cambios en ministerios, subsecretarías, seremías en las regiones, delegaciones presidenciales, direcciones de servicios y todos los organismos de dependencia directa de la administración central. Hubo renovación en los consejos regionales, cuya ceremonia de juramento en Biobío se realizó el viernes. La actividad con el Core estuvo a cargo del gobernador Rodrigo Díaz y en ella también se destacó la presencia de las nuevas tiendas políticas en la instancia regional.
Junto con los cambios en la estructura política y administrativa nacional, el país atraviesa por un escenario político, económico y sanitario que plantea la necesidad de mucho diálogo para encontrar respuestas viables y sostenibles en el tiempo. Es lo que espera la ciudadanía, que ha expresado sus esperanzas a través de profundos cambios que comenzaron en 2019 y que siguen cambiándole la cara al país.