Que se haya llegado a buen término para que finalmente el Mercado Central cobre vida es una fuerza motriz que impulsa a seguir adelante con otros proyectos necesarios.
No hay duda alguna del compromiso de las autoridades regionales y edilicias para avanzar en la recuperación del Mercado Central de Concepción. Esta semana, por unanimidad, el Consejo Regional aprobó la inversión de más de $7.2 mil millones, lo que sumado a recursos aprobados en instancias anteriores se llegó a un monto superior a $17 mil millones para financiar el proyecto. La remodelación tiene el potencial de convertir a un sector que en su momento fue calificado como “un lunar del centro de Concepción” a un sitio de convocatoria turística, comercial y cultural.
Pues el Mercado Central de la capital penquista se transformó en un problema de difícil solución desde el fatídico 28 de abril de 2013. Un incendio dejó en ruinas el edificio construido en 1940 y desde entonces la ciudad fue testigo de un sinfín de incidentes y conflictos por el lugar. En cuestión de minutos, hace 9 años, la ciudad perdió un importante espacio para abastecimiento, además de su valor histórico y patrimonial para la Región. Hay que recordar, además, que para hacer las cosas más complejas el Consejo de Monumentos Nacionales declaró monumento histórico el destruido Mercado Central y sus estructuras aledañas. Tal decisión obliga a someter a consulta de ese consejo cualquier decisión que esté relacionada con el emblemático edificio.
Finalmente será posible recuperar una de las manzanas más importantes del centro de Concepción, una iniciativa celebrada por las autoridades y por los penquistas, por habitantes de las intercomunas y turistas que con seguridad llegarán a la capital.
Que se haya llegado a buen término para que finalmente el Mercado Central cobre vida – una realidad que contó con el apoyo de autoridades actuales, quienes también impulsaron la idea hace algunos años en otras instancias regionales – es un elemento motivador para seguir adelante con otros proyectos necesarios. Siguen ahí las ruinas del Teatro Enrique Molina, los trabajos inconclusos en el puente Bicentenario, el puente Industrial en carpeta, entre varios y anhelados proyectos sin concreción.
Sin embargo, al menos en la interminable saga del Mercado Central, ya es posible vislumbrar soluciones concretas con la creación de un sitio de atracción y un nuevo ícono urbano para la capital regional.