
La última elección presidencial del 19 de diciembre pasado sumó sólo un 55% de participación del padrón electoral en el país y, aún así, hubo reclamos por transporte y largas filas.
La ciudadanía tiene voz y voto, a través de un proceso que se está haciendo una sana costumbre. Les sirve a las comunidades, para sentir validación, y también a la autoridad, a modo de brújula, para orientarse.
Nuestra historia se escribió en muchos de los espacios que se quieren recuperar hoy, seguramente, en muchos más. Avancemos, pero sin olvido.