
La prevención, coordinación y posterior proceso de recuperación tras los desastres que han ocurrido en el Biobío han permitido que el rubro turístico pueda mantenerse en la zona y mantener proyecciones de incremento.
No solo se protege a los grupos de riesgo, sino también se cuida que el sistema de atención de emergencia no entre en crisis. Al parecer, hay un aprendizaje.