Eso no puede ser intervencionismo electoral, porque desde el Gobierno, hasta ahora, en el Biobío, no hemos escuchado a ninguna autoridad llamando a la ciudadanía a inclinarse por el apruebo.
El problema anunciado por el gremio de camioneros es una parte de un complejo sistema logístico que la Región del Biobío debe perfeccionar en forma constante.
Los diagnósticos están sobre la mesa, lo que aún no llega es la solución, que es control y más seguridad, pese a que desde el Gobierno se afirma que el Estado de Excepción “acotado” ha sido efectivo.
¿Quién garantizará y cómo se garantizará el cumplimiento del contrato de concesión? En caso de incumplimientos y problemas con la concesionaria, ¿otra vez se utilizarán recursos públicos para recuperar la ruta? A la futura concesionaria, ¿seguirá el Estado entregando compensaciones en caso de un bajo flujo de vehículos en los peajes? Son preguntas cuyas respuestas deberían estar resueltas antes de iniciar el proceso de licitación.
El GNL argentino, la iniciativa de los alcaldes por un “gas a precio justo”, la disposición de Enap en participar de la cadena hacia el consumidor final, y el proyecto que tramita en el Congreso son parte de las soluciones que el país demanda.
Actualmente, son cerca de 220 mil los niños y niñas que trabajan en el país, y de ese universo un 90% realiza labores que son consideradas como peligrosas.