Editorial

Gas de Argentina para Biobío

El GNL argentino, la iniciativa de los alcaldes por un “gas a precio justo”, la disposición de Enap en participar de la cadena hacia el consumidor final, y el proyecto que tramita en el Congreso son parte de las soluciones que el país demanda.

Por: Editorial Diario Concepción 14 de Junio 2022
Fotografía: Archivo (Dominio Público)

Desde el primero de junio la Región del Biobío recibe de Argentina 300 mil metros cúbicos de gas natural por día. Esa provisión es parte de un acuerdo logrado con el país transandino y continuará hasta el 30 de septiembre de 2023, según indicaron fuentes oficiales. Al respecto, el ministro de Energía, Claudio Huepe, precisó que el acuerdo debería beneficiar sobre todo a la zona de Concepción, Chillán, y Los Ángeles, a la vez que representa disponibilidad energética para aprovisionamiento “y también un menor precio para los consumidores”.

El anuncio va en línea con las recomendaciones de la Físcalía Nacional Económica (FNE), que en un informe emitido el año pasado indicó la necesidad de incorporar nuevos actores al mercado del gas en Chile. Más actores suele traducirse en mayor oferta, mayor seguridad de suministro dado que hay más proveedores, y todo lo anterior tiene la capacidad de presionar los precios a la baja. Cabe recordar, como ejemplo, que el suministro de gas desde Argentina fue interrumpido hace más de una década, y esa dependencia afectó a los consumidores y a las empresas. Chile fue obligado a buscar nuevos proveedores para atender a la demanda interna de energía cuando Argentina cortó el paso del producto y ello le permitió a nuestro país ampliar el abanico de opciones en materia energética.

Se espera que la caída de precios sea efectiva y represente un alivio para miles de familias. Los altos costos actuales se explican, según autoridades en la materia, por los precios internacionales que fluctúan de acuerdo con los vaivenes geopolíticos. Sin embargo, la FNE sospecha – y así lo plasmó en su informe – que empresas de gas en Chile se han coludido para establecer precios y control del mercado. Si Argentina realmente multiplica por 10 la cantidad de gas enviado a Chile, tal como fue anunciado por los presidentes de ambos países, el impacto en el precio debería registrarse en forma significativa.

El mercado del gas requiere de nuevos actores, de más transparencia en la definición de precios por las empresas que actúan con integración vertical, y de regulaciones con los mismos estándares de otros servicios que son básicos para cualquier familia, como el agua potbable, la electricidad y las telecomunicaciones. El GNL argentino, la iniciativa de los alcaldes por un “gas a precio justo”, la disposición de Enap en participar de la cadena hacia el consumidor final, y el proyecto que tramita en el Congreso son parte de las soluciones que el país demanda.

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