En nuestra zona se juegan muchos torneos formativos e infantiles y hay un nombre que se repite muy seguido en todas las tablas de goleadores: Maximiliano Bustos. Tiene 9 años, estudia en el Colegio Concepción de Hualqui y su papá es Javier Bustos, también zurdito de buena pegada y ex D. Concepción. Al “Maxi” ya lo quieren de todos lados, pero tanto él como su familia lo llevan con calma.

Habilidoso y de gran proyección cuenta que “juego desde los 4 años y lo que más me gusta es divertirme, hacer regates, jugar suelto en la cancha. Me gusta la cancha más grande porque me acomoda tener harto espacio. También he hecho muchos amigos por el fútbol, los equipos donde he estado”.

También señala que “mi papá me aconseja mucho y mi mamá me lleva harto a las ligas, me tocan partidos en todos lados. Siempre dicen que me parezco a mi papá, por la zurda y cómo lo pego. Lo he visto en videos y sí, le pega igual que yo”.

Definiéndose, asegura que “lo mejor que tengo es mi buen tiro y que siempre voy adelante, los regates. Veo videos y trato de que me salgan, veo a Ronaldinho y los de Neymar, Cristiano Ronaldo, Messi, Alexis Sánchez”.

De su recorrido siendo tan pequeño, relata que “juego hace 3 años por la academia Rodolfo Benedetti y también he jugado por Rodelindo, por el Conce, la U de Chile y otros equipos. La profe Lorena Mancilla me ha enseñado mucho y a veces nos reta un poco, pero así aprendemos más a disciplinarnos”.

Viene llegando de Brasil y apunta que “he estado en Mendoza, ahora Salvador de Bahía y Santiago muchas veces. Los brasileños eran como 3 veces más buenos que los argentinos y 10 más que los chilenos. Son demasiado buenos, pero hice varios goles. Hay que intentar estar al nivel de ellos”.

Mirando al futuro, confiesa que “sueño de chiquitito con jugar en Colo Colo o la U, la selección, un día en el Real Madrid. También tengo que estudiar y me va bien, no tengo ningún promedio bajo 6. Hay que ser súper ordenado porque las pruebas se van poniendo cada vez más difíciles”.

El clon de papá

Javier Bustos, orgulloso a más no poder, cuenta que “a los 4 años entrenaba con Maxi y me di cuenta que tenía algo innato, así que practicamos su técnica, de a poquito. A los 5 o 6 entró a jugar torneos y marcaba diferencia con los demás niños. Se ha desarrollado bien y por eso lo llaman siempre a reforzar otros clubes”.

Advierte que “le gusta divertirse en la cancha y eso me gusta, que no tenga una presión, que sea niño. No nos gusta estar encima de él. Cuando entra le decimos que haga lo que sabe, confiamos en su calidad. Qué le voy a decir yo si a esa edad no jugaba tanto como él. Solo tratamos de guiarlo”.

Y los papás arreglan sus tiempos, hay que andar a todos lados. “Donde podamos lo llevamos y nunca nos cerramos a alguna invitación mientras él quiera. Lo llamaron de la UdeC para que compitiera Anfp, Huachipato, D. Concepción, donde yo me inicié como futbolista. El año pasado lo querían hacer firmar en Santiago de la U de Chile y hace poco también lo pidieron de Colo Colo”.

Al respecto, sostiene que “creemos que es chico aún, que en esta etapa de su vida lo primero es que se divierta, que ojalá no se pierda ningún cumpleaños y esas cosas que uno no puede cuando es futbolista”.

Se parecen mucho y afirma que “me siento orgulloso cuando dicen que juega como yo, pero a los 9 años ni de cerca hacía esas cosas. Juega siempre con los más grandes, lo suben de serie. Fue a Brasil con una Sub 12 y tiene 9 años. Le digo que tiene que estar preparado y que sea siempre humilde, salude a todo el mundo, sea agradecido. Al que lo llaman de todos lados también es por ser buena persona”.