Daniela Dresdner Vicencio

Socióloga, ex delegada presidencial.

Durante estos escasos días post elecciones hemos visto un desfile de análisis, algunos más y otros menos profundos, respecto de los resultados. La mayoría de ellos, explican el resultado adjudicando culpas a quienes perdieron, ya sean personas, partidos, ideas o instituciones (como el gobierno). Otros, que son menos, pero aún con varios exponentes, lo hacen adjudicando características particularmente brillantes a quienes ganaron. Y los menos, hasta aquí solo leí dos, lo hace adjudicándolo a quienes realmente votaron.

La respuesta del grupo mayoritario, me parece que carece de real sentido analítico, no porque no exista un error del equipo perdedor sino porque estos análisis no logran dar con ese o esos errores sino que buscan personalizarlos sin ningún dato que apoye sus conclusiones.

El segundo grupo de análisis de resultados, de quienes ganaron, nace de la exaltación de la victoria, que también es sumamente comprensible, pero tiene serias contradicciones, como que la campaña completa se hizo desde la oposición a las ideas y políticas actuales, sin demasiadas propuestas novedosas. Hay que reconocer que al apuntar a las preocupaciones y miedos como estrategia de campaña se logró conectar con esa población por contraposición, pero es un apoyo extremadamente frágil.

Nos quedan, entonces, los escasos análisis que piensan en los votantes, que parecen tener una voluntad real de entender el resultado, este es el camino que creo deberíamos intentar ensanchar.

En la segunda vuelta del 2021 votaron un poco más de 8 millones de personas, un poco más de 4 millones y medio por Gabriel Boric y un poco más de 3 millones y medio por José Antonio Kast. En esta última votación votaron casi 13 millones y medio de personas (5 millones más) y Jeannette Jara obtuvo un poco más de 5 millones, un aumento de medio millón de personas aproximadamente respecto de Gabriel Boric, y José Antonio Kast obtuvo un poco más de 7 millones, un aumento de casi 4 millones respecto de él mismo cuatro años antes.

¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que los 5 millones de personas que entraron a votar entre 2021 y hoy fueron extremadamente relevantes para el resultado de las elecciones. No quiere decir que las ideas de izquierda perdieron espacio por el gobierno de Gabriel Boric, de hecho lo aumentaron en 500 mil personas.

(…) El error de la izquierda, que sí existe, es no haber sido capaces de entregar una respuesta satisfactoria a esas preguntas para ese grupo de personas durante este proceso eleccionario y durante todos los anteriores. Y seguir intentando culpar a uno u otro no va a solucionar ese error.