Los diagnósticos están sobre la mesa, lo que aún no llega es la solución, que es control y más seguridad, pese a que desde el Gobierno se afirma que el Estado de Excepción “acotado” ha sido efectivo.
La violencia rural que se vive en el sur del Biobío y también en la zona precordillerana tiene diversas consecuencias sociales y económicas. Estos hechos no solo infunden miedo, atentan contra el desarrollo de las comunidades y su economía o generan desazón y desorden, sino que también, una de las aristas nuevas denunciadas por dirigentes de camioneros tiene que ver con el déficit de conductores de máquinas de carga pesada en la Región, especialmente en el cono sur de la Provincia de Arauco, donde se concentra el negocio forestal.
Representantes del sector cifran de 10 a 15 mil la falta de choferes de camiones sólo en el Biobío, entre otros cálculos, fundamentan que al año se realizan más de 1 millón de viajes solo en relación al transporte de carga de madera y los trabajadores del volante escasean. Entre las razones más importantes los dirigentes apuntan a la violencia rural, pero también a la carencia de renovación, vinculada a la falta de interés de los jóvenes por sentarse tras un volante de transporte de carga pesada. Tenemos una carencia que va del orden de los 25 mil conductores profesionales de camiones a nivel nacional. Des ese número aproximado, la mayor cantidad está dado en el trayecto de Santiago hacia el sur (…) Al menos, 15 mil conductores en la zona del Biobío”, dice Freddy Martínez, presidente de la Asociación Gremial de Dueños de Camiones de Los Ángeles. Así los problemas de seguridad en las rutas y de formación de nuevos conductores de transporte de carga mayor, son las principales causas de que el Biobío, según el gremio transportista, concentre más de la mitad del déficit nacional en el área”.
“Lo que aleja el entusiasmo de los camioneros es todo este asunto de los atentados y quemas de camiones”, agrega Carlos Bretti, presidente de la Federación de Camioneros del Sur.
Los diagnósticos están sobre la mesa, lo que aún no llega es la solución, que es control y más seguridad, pese a que desde el Gobierno se afirma que el Estado de Excepción “acotado” ha sido efectivo.