El presidente del sindicato, Héctor Pino, explicó que la estrategia apunta a pasajeros que no les gustan las apps, a los adultos mayores que no usan smartphones y los que buscan seguridad.
No hay dudas que la llegada de Uber, Cabify y, ahora último, inDriver, remecieron el mercado del transporte urbano. Fue el choque de un rubro tradicional, enmarcado en una ley definida, versus las nuevas tecnologías, la innovación y el concepto de economía colaborativa que obligó a impulsar una nueva normativa que no convence al primer sector que resintió los efectos económicos de perder ingresos.
Es por ello que el presidente del Sindicato de Taxis de Concepción, Héctor Pino, adelantó a Diario Concepción que para endurecer la competencia, están pensando seriamente implementar tarifas fijas.
“Vamos a llamar a una reunión para los dueños de vehículos para establecer valores independiente del taxímetro. Por ejemplo, $7.000 al aeropuerto o $3.000 al terminal de buses”, dijo el dirigente.
Añadió que se está pensando en el público que no le gustan las aplicaciones o que no saben usarla. Como se el caso de algunos adultos mayores.
“Por eso, vamos a promover el uso del teléfono del sindicato para hacer el nexo. La idea es que se llegue lo más rápido posible, con conductores que ya se conocen y son de confianza”, acotó Pino, haciendo hincapié en esto último, ya que hay usuarios que valoran la seguridad.
“Queremos implementarlo en el menor tiempo posible y estos precios no van a estar sujetos a las contingencias del día, de noche o de cantidad de público”, subrayó el representante.
Andrés Oreña P.
Es que el impacto de las aplicaciones provocó un cambio cultural en los pasajeros.
Muchos hablaron de “castigo” ante las dudas en los medidores de trayecto, entre otros.
Y hubo “mea culpa”. Los taxistas reconocieron que habían imperfecciones. Intentaron salir adelante igualmente con “apps” : Easy Taxi, City Taxi y Hola Taxi.
Los resultados son dispares. Es que ambas visiones de un mismo servicio ha escalado incluso con hechos de violencia y con un fallecido en la Región Metropolitana, en lo que se ha calificado como una guerra desatada entre taxis y Uber.
Héctor Pino criticó la nueva ley, postura que es generalizada en todo el país. “No tuvo participación nuestra. Es un proyecto que después de redactado se nos envió a nosotros. Tenemos hartas aprehensiones. Lo principal, habla de empresas de aplicaciones de transporte. Nosotros nos preocupa la cantidad de vehículos que van a circular”.
A juicio del líder, la propuesta legal (artículo 16, inciso segundo) abre la puerta a que cualquier persona que tenga un medio de movilización pueda ingresar a este negocio, haciendo peligrar que el servicio tradicional pueda verse mermado aún más en el futuro.
Como ya se ha concitado anteriormente, los impactos locales alcanzaron la disminución de un 70% de ingresos en la noche, mientras que en el día un 30%.
“No tengo la cifra exacta, pero varios colegas se han retirado. Como dueño y otro como chofer, por ejemplo”, lamentó Pino.
Espera que las nuevas estrategias contrarresten las pérdidas y, en el mejor de los casos, volver a estar como antes de la crisis. O parecido.