Cultura y Espectáculos

El patio de atrás: Cetáceos

Por: Diario Concepción 16 de Septiembre 2019
Fotografía: Andrea Mahnke

Camila Calderón Quirgas
Ilustrado por Andrea Mahnque

Los cetáceos -lo que conocemos como ballenas y delfines– son mamíferos al igual que nosotros. Esto quiere decir que poseen mamas, las crías toman leche, y crecen dentro de sus madres hasta que nacen y necesitan llegar a la superficie para respirar aire, poseen pulmones y, en estadios fetales, poseen pelos.

Este grupo de animales se separa en dos grupos: Mysticetos y Odontocetos

Los Mysticetos son lo que conocemos como ballenas, que son animales que no poseen dientes, sino barbas de queratina, la misma proteína de la que se compone nuestro pelo, con las cuales filtran el agua y se quedan solo con el alimento. Ese alimento es un animal muy pequeñito llamado Krill, de cual necesita al menos 1 a 3 toneladas por día.

Las ballenas se caracterizan por realizar grandes migraciones. En primavera y verano permanecen en aguas más frías como la Antártica, Magallanes, Golfo del Corcovado, en donde se alimentan, es por eso que en su viaje hacia el Sur podemos avistarlas en nuestras costas. Luego en los meses de invierno van a aguas más cálidas donde se reproducen. Ejemplo de estas especies es la Ballena Azúl, que mide 33 metros.

El otro grupo se llama Odontocetos, es decir que tienen dientes parecidos a los nuestros, y en este grupo están los delfines, cachalotes, marsopas y zifios.

Con sus dientes capturan a sus presas (peces, calamares, incluso algunos se alimentan de otros mamíferos marinos, como focas y lobos marinos). La otra característica es que, al igual que los murciélagos, pueden ecolocalizar: ver debajo del agua es una tarea difícil, por lo tanto estos animales se han adaptado para usar el sonido. Los delfines además son animales muy inteligentes, pueden reconocerse frente a un espejo, tienen nombre y apellido, adoptan a otros delfincitos, comparten muchas características que pensábamos eran exclusivas del ser humano.

Los cetáceos, en general, mantienen el equilibrio de los ecosistemas, reciclan y redistribuyen nutrientes en el ambiente marino. Son también indicadores de la salud de un ecosistema, indicando la alta disponibilidad de especies como el Krill y peces pequeños, los que a su vez sustentan a toda la red trófica y/o son especies de interés comercial.

Estos animales nos sorprenden por su gran tamaño, alta inteligencia y capacidad de resolver problemas, emplear herramientas y crear vínculos sociales y culturales muy desarrollados puesto que tienen emociones y conciencia.

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