Cultura y Espectáculos

Presupuesto 2019 disminuye recursos para centros culturales

La medida obedecería a la instalación del nuevo Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Baja en el aporte de recursos llegaría a un 30% comprometiendo parte de la programación de ambos espacios penquistas. Por el momento, es un tema que está en plena discusión, pero que no deja de ser alarmante.

Por: Mauricio Maldonado - Ángel Rogel 14 de Octubre 2018
Fotografía: Andrés Oreña P.

“Lograr mayor austeridad y eficiencia en el uso de los recursos públicos”, es lo que plantea sucintamente, pero decidor, el artículo 25 del proyecto de Ley de Presupuestos para el año 2019, presentado a comienzos de mes por el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, ante una Comisión Especial Mixta.

Aunque todavía resta poco más de un mes de discusión parlamentaria, ya se encendieron las alarmas por los eventuales recortes que podrían sufrir algunas instituciones culturales que apoya el Gobierno, para así favorecer la implementación y/o instalación del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

El “ajuste de cinturón”, que alcanzaría en promedio un 30%, afectaría puntualmente al Museo de Arte Precolombino, Museo Violeta Parra, Matucana 100, Fundación Teatro a Mil, Balmaceda 1215 y el Teatro Biobío. Este último con tan solo siete meses de funcionamiento y que solo hace cerca de un año fue incorporado a la glosa presupuestaria estatal, lo que representa un golpe bajo para su naciente instalación y correcto funcionamiento.

“En la glosa que estamos nosotros son seis instituciones, y en general, representa una situación grave para todos. Somos un teatro nuevo, con poco más de 39 mil espectadores en lo que va de su funcionamiento, y construido por el Estado, que si bien lo administra una corporación de derecho privado tiene una misión pública. Hemos hecho varias gestiones y conseguido varios recursos, pero llevamos siete meses de vida, un recorte de un 30% de un día para otro, si es que se concreta, sería algo bien dramático”, señaló con preocupación Francisca Peró, directora ejecutiva del Teatro Biobío.

Si esto incidiría en la calidad o cantidad de espectáculos dentro de su programación, Peró es enfática: “es algo que habría que evaluar, pero va afectar al 30% de todo. Es como, por ejemplo, si montamos ‘Hamlet’ solo sus dos primeros actos”.

En el escenario de que el recorte se concrete e independiente de las gestiones que hayan y estén realizando para levantar recursos, la directora ejecutiva recalca en lo ofensivo de esta medida a nivel regional. “Estamos trabajando en muchas cosas que iremos anunciando más adelante, varias alianzas con privados que nos tienen bastante contentos, pero insisto en que somos un teatro nuevo, estamos recién partiendo. Estos son recursos de continuidad y sobre todo nos duele como Región, ya que costó el levantarse luego del terremoto, fue un proceso de mucho esfuerzo del cual hace poco se pudo salir. Pero, hay una reconstrucción afectiva, la que se vincula con un espacio público de encuentro entorno a las artes, que es lo que nosotros hacemos. Lo vemos como una ofensa a la Región, es un daño al Bío Bío”.

Palabras a las que añadió que “este espacio necesita un soporte estatal permanente para funcionar, estamos cuidando una joya arquitectónica cuyas mantenciones son muy relevantes. Entonces, la proyección de ese recorte influye en todo, quizás no en la calidad de los espectáculos, ya que los artistas de la Región poseen una gran calidad, lo mismo a nivel país, pero sí repercutiría en lo internacional. Más allá de las gestiones que podamos realizar, este proyecto fue diseñado con un presupuesto anual aprobado por el Estado, por el que está en conocimiento de cuánto cuesta operar este edificio y activarlo anualmente. Y es lo que nos preocupa”.

Repercusión transversal

En lo práctico, y a modo de ejemplo, algo que se vería afectado al recibir menos ingresos de lo esperado, sería el acceso liberado a ciertos espectáculos. En palabras de Peró “tendríamos que disminuir gratuidad de acceso público, porque estaremos obligados a recibir más corte de entradas pagadas. Nuestro 50% del público entra gratuitamente al teatro, y no es la idea. Este teatro fue construido para mejorar el acceso a las artes escénicas”.

Para Cristóbal Gumucio, director de Matucana 100, este recorte no se condice con la instalación ministerial, es decir, precariza a un grupo de instituciones que han sido claves en el desarrollo de la labor del otrora Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y a un espacio que recién está caminando y que necesita del apoyo incondicional del Estado.

“Uno puede entender el momento de ajuste del presupuesto, que está dentro de las posibilidades, pero la cifra que se plantea sin duda que afecta a cualquier tipo de institución. En el caso del Teatro Biobío, es un espacio de carácter nacional y regional, proyecto que se está empezando a instalar y este anuncio no representa una buena señal. Es más, debilita ese proceso y no se aprovecha todo el esfuerzo ya invertido, es una señal potente que no hay pasar por alto”, dijo.

Ese dar por un lado y quitar por otro, es decir, aumentar el presupuesto para la nueva cartera ministerial cultural, pero disminuir el aporte a diferentes espacios capitalinos y de nuestra Región, Gumucio no le encuentra una explicación lógica ni razonable. “No tengo mucha explicación del porqué se anuncia este recorte, me cuesta entender la razón de fondo, no le encuentro un sentido muy claro. Lo que sí es que nos afectaría profundamente a todos”.

Gestionar y esperar

Más cauto y matizando la espera de una resolución definitiva, es la posición que toma Pablo Gaete, director de Balmaceda Arte Joven sede Bío Bío, otra de las instituciones locales que se vería afectada.

“Es un tema que nos sorprendió a todos, esperamos que se pueda revertir. Sin duda el recorte que se proyecta de un 30% pone en riesgo la continuidad del proyecto institucional. Tenemos la esperanza que este posible escenario cambie para mejor, se están haciendo las gestiones pertinentes, hay una discusión que no está cerrada y en que se contrastan los diferentes argumentos. Así que en esa fase nosotros esperamos que se revierta esa cifra preliminar. Nuestra posición es hacer la petición, las consultas pertinentes por la vía institucional y dar los argumentos para que esto se pueda revertir”, confesó Gaete.

Aunque se ve difuso el panorama, el director de Balmaceda Bío Bío apunta a mantener para el 2019 la base presupuestaria con que han funcionado durante esta temporada.

“Lograr, por lo menos, lo que se nos había informado desde el ministerio (de las culturas), que habría un presupuesto de continuidad, o sea, similar al del año pasado (aprobado el 2017 para funcionar el 2018), que es lo que más o menos se espera cuando hay problemas económicos en el país, que si bien no va a subir que se mantenga. Así que no nos ponemos en un escenario negativo, esperaremos las gestiones que se están haciendo a nivel central”, manifestó.

REC: Fiscalización, recortes atrasos y un sideshow porteño

En el panorama de reajuste fiscal, propiciado por la actual administración, los recursos destinados a cultura podrían ser los más perjudicados y, en ese sentido el diputado del Distrito 20, Gastón Saavedra (PS), ha sido crítico, pues “un gobierno que le importa muy poco el crecimiento de las personas, obviamente, va a hacer estos ajustes presupuestarios que se pagan con el desprecio a la cultura”.

Pero, como se conoció durante la semana, uno de los perjudicados, al menos hasta ahora, es el Festival Rock en Concepción (REC). Por cierto, la situación del evento no se relaciona con los recursos sectoriales que se discuten en la Ley de Presupuesto. La realidad del festival tiene que ver con los recursos que serán entregados al Gobierno Regional (Gore) por concepto del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (Fndr), que alcanza los $76 mil 490 millones (se habían solicitado $141 mil millones).

En este contexto se supo que los recursos destinados para la edición 2019, cerca de $450 millones, se reducirían a $330 millones. Suficiente dinero, según fuentes consultadas, para realizar un espectáculo de calidad, tal como ha ocurrido en las cuatro versiones anteriores (incluyendo números internacionales como los mexicanos Molotov y los escoceses Primal Scream).

Entonces, ¿qué pasa realmente con REC? En la semana el seremi de Economía, Mauricio Gutiérrez, a cargo de la coordinación del tema, aseguró que “no está en duda la edición 2019. Se hace con recursos ajustados, a la realidad de austeridad fiscal, y el 2020 está supeditado a cómo nos cambien los indicadores de turismo”.

En julio de este año, y tras una ardua discusión, el Consejo Regional (Core) aprobó $967 millones para la realización de dos festivales, 2019 y 2020. En la oportunidad, se explicó $890 millones estarían destinados al programa de las dos versiones (parrilla de artistas) y cuatro sideshows (dos por año) en comunas por definir de las provincias de Bío Bío y Arauco. En otras palabras, más allá de los reajustes, la continuidad del festival debería estar asegurada hasta 2020, pues los recursos que se invertirán en esa versión podrían ser considerados arrastre en la discusión presupuestaria del próximo año.

“El Ejecutivo pide establecer un proceso licitatorio, por versión, que ajuste gastos y proponga un modelo de administración más inteligente, que obtenga lo mismo, con menos recursos. En este caso en particular, $330 millones para el evento principal de marzo de 2019”, explicó el consejero regional (core) de la UDI, Luis Santibáñez.

El gremialista agregó, a diferencia de lo manifestado por el seremi Gutiérrez, que “REC 2020 no está en duda”.

“Lo que hemos planteado es la necesidad de una evaluación económica, social y de oportunidades para potenciar la marca en la versión 2020 con la creación de la Corporación REC”, dijo Santibáñez.

El seremi de Economía, no obstante, condicionó la realización del evento de 2020. “No hay que perderse, este evento se desarrolla en conjunto con Sernatur. Estamos desarrollando cultura, pero a través del turismo. Por tanto, turismo tendrá que rendir cuentas al Gobierno Regional y al señor intendente de cuál fue el real impacto que tuvo el REC en el turismo, eso significa evaluar el 2019, para ver si los hacemos el 2020”, dijo Gutiérrez en la semana.

Foto | Carolina Echagüe M.

Sideshow en Talcahuano

Pese a las contradicciones, Santibáñez aseguró que existe voluntad por parte de la actual administración y, coincidente con el Gutiérrez, comentó que se está dentro de los plazos para un llamado a licitación. Aunque aún está pendiente una investigación de Contraloría, solicitada por el diputado Leonidas Romero (RN).

Pese a ello, Santibáñez aseguró que el proceso de licitación a través del portal Mercado Público debería concretarse en las próximas semanas, al igual que un sideshow que se realizaría en noviembre de este año, en el explanada del sector La Poza, Talcahuano.

Fuentes de la administración anterior, dijeron desconocer este evento. El conversatorio con el afamado productor argentino Mario Breuer, en el Aula Magna, fue el último evento realizado con la marca REC que venía de administración Díaz. Según Santibáñez el evento se ejecutaría con recursos de arrastre del Fndr 2017 y fue solicitado por la municipalidad porteña. Una página más en la historia de un evento que se seguirá escribiendo en los próximos días.

Ex seremi de Economía: “REC es mucho más que solo un festival”

“El último REC tuvo un aporte basal del Gobierno Regional (Gore) de $300 millones, si los $330 millones son sólo para el festival, por supuesto que es suficiente, es más de lo que se invirtió el 2018 en la última versión del festival”, dijo el ex seremi de Economía, Iván Valenzuela. Quien estuviera a la cabeza de la cartera económica bajo la administración regional del intendente, Rodrigo Díaz (uno de los principales impulsores de REC), sale al paso de los dichos y las declaraciones que se han vertido en la semana, pero también clarificó cifras y porcentajes.

“El último REC tuvo un aporte de $74 millones de la empresa privada; es decir un 15%. Mientras que Cultura aportó un 13%, municipio (de Concepción) un 5% y el basal del Gore es un 67%. El modelo de gestión siempre fue pensado para ir bajando el aporte basal del Gore y sumar a los otros actores, especialmente la empresa privada; pero para eso hay que hacer gestión”, sostuvo Valenzuela.

Comentó, además, que buena parte de los recursos, hasta un 40%, se destina a la contratación de los artistas. Y los porcentajes, entre evento y evento, “claramente depende del artista que se traiga”.

La otrora autoridad económica también se refirió a la investigación de Contraloría, luego de un requerimiento del diputado Leonidas Romero (RN).

“Lo que está revisando, a propósito de una denuncia, son los recursos que Artistas del Acero ha recibido del Gore y de la Ley de Donaciones Culturales, a propósito del festival REC, pero no hay un cuestionamiento al festival en sí. Es lamentable que se quiera enlodar la imagen de un evento que se ha ganado un lugar en el corazón de los penquistas de esta manera. REC es una iniciativa muy importante que impulsamos desde Sernatur junto a otras actividades para posicionar a la región en materia turística, junto a otras, los trenes turísticos el Bicentenario, la postulación al RallyMobil; se trata de mucho más que solo el festival”, manifestó.

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