Cultura y Espectáculos

Ellas sí que son poesía

Bien lo dicen por ahí, en Conce levantas un poeta y sale una piedra

Por: Diario Concepción 17 de Enero 2017
Fotografía: imagenPrincipal-7072.jpg

Bien lo dicen por ahí, en Conce levantas un poeta y sale una piedra

 

Por Iván Monsalves Bustos, 
director Revista Mocha.

Un miércoles, que parece cotidiano, me encuentro con mis amigos –Pituco e Isabella, y una o varias jarras de rico borgoña en La Bodeguita, al poco rato saltará al escenario una casi desconocida cantante brasileña, Renata Rosa, y luego, la tremenda Pascuala Ilabaca con fauna su banda.

Son las 22:30, con los compañeros de mesa hablamos de la cantidad de editoriales que están naciendo en Concepción, ya no solo LAR, Alaire Libro o Ediciones Etc, lanzan títulos y nombres, Pequod, La Tregua, Puño y Letra, van ganando espacio entre los escritores penquistas, de fondo terminando de sonar una cumbia villera y partiendo el León Santillán, Los Fabulosos son fabulosos y la música argentina llenando nuestros espacios más criollos.

El Pituco me pregunta –con su intranquilidad de siempre- a qué hora parte el show y antes que conteste (y para seguir con la charla) Isabella le llena el vaso con borgoña y le pregunta (para cambiar el tema) por el último libro del más pesado-cabrón de todos los escritores, él responde que no lo tiene y ella siente que esta noche en el comentario literario será la ganadora, mientras tanto veo atento la llegada de las cantautoras, siniestramente luminosas, levitan lentamente hacia el escenario.

¿Leyeron la polémica de los poetas la semana pasada?, dice Isabella, yo miro para un lado evitando el tema, -te hicieron bolsa- dice el Pituco mirándome a los ojos, -ninguno se quiere-, dice Isabella, un poco salvando mi dignidad, yo prefiero atacar una sopaipilla antes que entrar en ese tema, la morena cantante ya está en el escenario, son cuatro los músicos que la acompañan, el ritmo salvaje del carnaval comienza a inundar el espacio, Renata tiene una voz que acaricia, ella es un quinto instrumento que cambia el rostro de los asistentes, la desconocida se vuelve protagonista y el Amazonas parece ser el destino de ensueño para esa noche de verano.

A la mesa se acercan 2 poetas (eso dicen ser) -no me nombraste- dice uno, -pa qué, si no sabe ni escribir- dice el otro apuradito, no los escucho o los olvido rápido, solo pienso en la samba y el Bossa Nova, los sonidos mutan y encantan, el concierto es tan rápido y profundo como un haiku, todo está tan complementado que como arte de magia desaparece el trance brasileño, es el budú que se hace parte. El espacio tiene ahora a los porteños, Fauna y su alegría colorida, Pascuala y su fuerza escénica "Diablo negro con colmillo / baila hasta el amanecer / a ti yo te vengo a ver /diablo bueno de amarillo" cantan y bailan manteniendo misteriosamente la energía.

La mesa se ha ido llenando de comensales, "todos expertos en literatura", bien lo dicen por ahí, en Conce levantas un poeta y sale una piedra, el vino y las sopaipas se acababan, solo quedaban las certezas y algo de envidia, alguno levantó la copa pidiendo un brindis por la nueva poesía, otro le dijo que de nueva no tenía nada, un tercero planteó que mejor chocaramos las copas por los narradores, parece que eso fue lo último que les escuché, mis amigos, los de verdad, habían escapado hace rato, yo sin decir adiós caminé a la pista del local, el show, el canto, la alegría y ternura que veía, me hacían estar orgulloso de ser penquista, Pascuala y Renata, son maravillosas, su canto inunda y se queda, por algo viajan juntas sin mostrar envidias y ego, que ejemplo para muchos reclamon@s de este lado. Y por si alguno no entendió, le recomiendo buscarlas, en ellas y su canto, aunque no lo quieran creer, sí que hay poesía.
 

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