La vuelta de la Ruta de la Madera al Estado parece ser más bien parte del problema que de la solución.
Es la propuesta que presentó la Dipres ante el Congreso para el próximo año. En la glosa se incluyen dos fondos que se encuentran en la Ley de Descentralización Financiera, la que está estancada en el Senado.
El año pasado, en medio al debate sobre los recortes para 2021, distintas voces reiteraron que el poder central “no cree en las regiones, construyen indicadores que no miden nada y rebajan presupuestos sin dar mucha explicación”.
El presupuesto 2021 contemplado en la Ley de presupuesto, para la Región del Biobío de 85 mil 800 millones, vuelve a ser exiguo, por debajo de los requerimientos y las necesidades lógicas en tiempos de crisis.
Se hace necesaria la permanente unidad transversal demostrada en la polémica de los permisos especiales por el “Fondéate en tu Casa”.
La Región no puede esperar que desde el nivel central “se esté a la altura de lo requieren las regiones”. Bío Bío debe estar a la altura de lo que requiere Bío Bío. No tiene sentido algún destinar tiempo, recursos y personas para planificar y elaborar un presupuesto si no hay unidad para defenderlo.