Opinión

Presupuestos y nuevo marco Constitucional

El presupuesto 2021 contemplado en la Ley de presupuesto, para la Región del Biobío de 85 mil 800 millones, vuelve a ser exiguo, por debajo de los requerimientos y las necesidades lógicas en tiempos de crisis.

Por: Diario Concepción 09 de Octubre 2020
Fotografía: Cedida | Fundación República en Marcha

Augusto Parra Ahumada
Presidente Fundación República en Marcha.

El diagnóstico y las explicaciones de polinomios y criterios para la asignación y adoptar las definiciones de cuánto corresponde a cada región, genera deplorablemente la idea de discrecionalidad y constituye una suerte de distopía para la planificación del desarrollo.

Los recortes en los presupuestos de ciencia y cultura, entre otras partidas dejan entre ver la necesidad de asegurar por sobre la lógica que pueda tener una coyuntura de emergencia especial, la necesidades de poder aprovechar el debate constitucional más allá de las legítimas opciones en relación al camino que legítimamente cada uno escoja para incorporar algunas reformas, que permitan implementar planes de desarrollo sobre la base de la estabilidad y políticas presupuestarias de largo plazo que aseguren el desarrollo armónico de los territorios y el impulso de la I+D+i, las industrias creativas, el conocimiento e investigación entre otras áreas, para el impulso de un desarrollo integral, inclusivo y sostenible y que nos permita enfrentar los nuevos paradigmas que impone la cuarta revolución industrial.
Constituciones como la Italiana, la griega y la española, entre otras además marcadas por la incorporación de Estados Regionales, con grados de autonomía territorial que permiten un marco institucional para el traspaso de Poder como un intermedio entre el Estado Unitario y el Federal, para unos cómo una forma propia y en otras interpretaciones como una variante del Estado Unitario. Contemplan en capítulos sobre estructura fiscal mínimos de porcentajes del presupuesto nacional que debe ser definido descentralizadamente.

Esta idea con base en la legislación comparada puede constituir para Chile una oportunidad para avanzar en una descentralización real para ir pasando de nuestro magro 14% del presupuesto definido descentralizadamente al 31% promedio de la OCDE y puede permitir establecer porcentajes en relación al presupuesto del Estado o del PIB para aquellas áreas más sensibles para el desarrollo como, ciencia y tecnología y las economías creativas, siempre en coherencia con políticas de responsabilidad fiscal en línea con el pacto fiscal de la comunidad europea. Para promover miradas de Estado para las áreas sensibles que estén por sobre los gobiernos de turno.

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