La mayoría coincidió en que la transparencia sigue siendo clave para la ciudadanía. Los actores del mundo público, dijeron, deben cambiar el discurso y ser más proactivos.
Seis de cada 10 personas señalan que no tienen alguna posición política. Es igualmente desalentador observar el estado de desapego con las instituciones señaladas como tradicionalmente emblemáticas en materia de generación de confianza.