Carta al director

Política y Religión

Por: Diario Concepción 30 de Septiembre 2018

Señor Director:

Hace algunas semanas, se aprobó en el congreso el proyecto de ley de identidad de género, el cual busca que las personas transgénero puedan modificar su sexo y nombre legal ante el registro civil. El proyecto fue objeto de numerosas críticas, sobre todo de algunos parlamentarios que dicen ser portavoces de la iglesia, incluso varios diputados pertenecientes a Chile vamos del bloque más conservador amenazaron legítimamente con recurrir al tribunal constitucional para impedir su promulgación. Esto nos lleva a pensar en la relación que aún existe entre la iglesia y la política y como ella influye en la sociedad.

Históricamente y ya en el siglo XX, uno de los problemas que tenía la iglesia en Chile, decía relación con el vínculo que ella guardaba con la política, específicamente con un partido político, el partido conservador. Fue en el año 1933, que el obispo de Concepción de ese momento Gilberto Fuenzalida manifestó su consentimiento en miras a transformar el partido conservador como el único partido de la iglesia católica y obligar a todos los creyentes a ser parte de él.

En la actualidad vemos como los nexos de la política con la religión siguen presente, algunos parlamentarios, inclusive de nuestra región, se intentan apropiar de la representación de una iglesia que evidentemente es muy heterogénea, para rechazar enérgicamente cada uno de los proyectos de ley que buscan avanzar en entregar igualdad de derechos a cada uno de los habitantes de nuestro país.

Es totalmente legítimo manifestar una opinión desde la convicción personal, siempre desde la base del respeto y la tolerancia para con el otro, pero no es aceptable utilizar la religión como instrumento para influir en el devenir de la sociedad, el ejemplo más claro es lo que sucede en el actual mundo musulmán, allí los crímenes de todo tipo son justificados como una acción válida religiosa.

Johan Fernández Lecaros

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