
Señora Directora:
En Chile, la legislación reconoce el principio de corresponsabilidad en la crianza. Sin embargo, ejercer la paternidad hoy implica mucho más que estar presente económica y físicamente; exige compromiso sostenido, involucramiento afectivo, dedicación de tiempo y participación activa en todas las dimensiones del cuidado.
Desde 2011 contamos con el Permiso Postnatal Parental, herramienta legal que permite que el padre pueda tomar parte del tiempo del postnatal de la madre, con el objetivo de materializar este principio de corresponsabilidad. Sin embargo, su utilización es casi nula: apenas el 0,2% de los padres lo utiliza, según datos provistos por el informe Zoom de Género (2025). Esto no es casualidad, sino reflejo de múltiples barreras estructurales y culturales.
La equidad de género en el hogar comienza por reconocer que la crianza es una labor compartida. Esto imna realidad que es cada día más recurrente es la participación de las personas mayores en el mercado laboral. De acuerdo con la última actualización del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la mayoría de las personas mayores de estas edades se mantiene activa en el mercado laboral: en el periodo enero y abril de este año se contabilizaron 122.973 personas ocupadas entre los 55 y 64 años, y 44.190 entre quienes tienen 65 años o más. Una cifra importante y que, seguramente, es parte del análisis vinculado al envejecimiento de la población que registró el Censo 2024 respecto de nuestro país. También, hay que considerar que se presente el factor de bajas pensiones, las cuales evitan que las personas de mayor edad y que pueden acogerse al sistema previsional lo desechen debido a la merma económica que les significa. Mario Pávez, presidente de la Unión Comunal de Adultos Mayores de Concepción, dijo que “mucha gente sigue trabajando cuando cumple su edad de jubilación, muchos de guardias, personal de auxiliar de aseo, ayudante de cocina, realmente en lo que sea. La idea es poder, como digo, tener un sustento mayor. No tenemos otra alternativa”. El mismo dirigente confirmó que muchas personas con 65 años y más deben seguir trabajando porque no les alcanzan sus pensiones, ya que “hacen los cálculos U correspondientes y se niegan a irse a disfrutar de su jubilación porque saben que no les alcanzará. Prefieren seguir trabajando (…)”. Respecto a lo anterior, esta realidad evidencia la necesidad que tienen muchos adultos mayores de continuar trabajando incluso después de alcanzar la edad de jubilación, ya que son pocos los que realmente pueden dejar de laborar y disfrutar plenamente de su vejez. En el sitio web de la Organización Internacional del Trabajo, Guillermo Montt, especialista en Protección Social de OIT Cono Sur, señala que: “La inclusión laboral y la extensión del trabajo decente a las personas mayores amerita una atención especial, que se traduce en un conjunto de medidas como la mejora de la protección social, el combate de estereotipos, políticas de activación y retención de personas mayores en sus empleos; la promoción del retiro parcial y la formación profesional y capacitación continua, entre otras. Vemos con especial preocupación que, a partir de los 55 años, cualquier transición desde el empleo formal suele ser a situaciones más precarias como la informalidad, el desempleo o la salida definitiva del mercado laboral”. El desafío hoy, junto con que se mejoren las pensiones, es generar una mayor formalidad laboral en el segmento mayor de la población, para evitar que se generen abusos. Hay varias deudas con las personas mayores y aquí hay una más. plica que los padres no solo “ayudan”, sino que asumen de manera activa su rol como cuidadores. Avanzar en corresponsabilidad no solo beneficia a las familias, sino que transforma a la sociedad. Padres involucrados son clave para construir una cultura más equitativa, inclusiva y empática.
En este Día del Padre, el llamado es a ejercer un rol presente, consciente y activo. Reclamen sus derechos, infórmense y participen desde el primer día, aun cuando ello implique enfrentar costos sociales. Solo así será posible avanzar hacia una sociedad donde la equidad trascienda el discurso y se concrete en cada hogar, empresa y en la vida de niños y niñas de nuestro país.
Álvaro Aguilar
Fundación Ronda Chile