Las elecciones presidenciales, parlamentarias y de gobernadores en México están dando ejemplo en América Latina con la paridad de género obtenida en ambas cámaras del Congreso. Por primera vez en la historia mexicana, la mitad de los legisladores serán mujeres y la mitad serán hombres.
Aunque aún hay mucho por hacer para asegurar condiciones de acceso equitativo de hombres y mujeres a la política en México, con tan sólo tres mujeres gobernadoras y un escaso 18% de mujeres en el poder judicial, este resultado representa un avance sin precedentes, digno de ser imitado, que se obtiene gracias a una estrategia progresiva pero persistente por incrementar la presencia de mujeres en el Congreso.
En 1996 la ley pone una cota máxima de 70% de legisladores de un mismo género, mientras que en 2007, establece que las candidaturas al parlamento deben integrarse al menos en un 40% por mujeres.
Para Chile, este resultado es tremendamente significativo, ya que demuestra que con voluntad política, la representatividad paritaria es posible. Esperamos que este avance signifique una mayor visibilidad y gestión de temáticas asociadas a la mujer en nuestro continente, además de cambios concretos a nivel de política pública y legislación en materia de género.
María Ignacia Fernández
Directora Ejecutiva
Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural