Al contrario de la tendencia internacional, nuestro país mantiene altos niveles de centralismo, prueba de ello es la inédita elección de autoridades regionales, con limitado traspaso de competencias y casi nulo acceso a recursos, que siguen dependiendo de la decisión central.
Nosotros decidiremos nuestro porvenir y no unos sujetos que muy lejos, con un absoluto desconocimiento de las realidades locales, pretenden imponernos sus “sabias” y “expertas” soluciones.
¿Qué es una constitución sustentable o verde? Lo que buscamos es darle un respiro al planeta y, en este duro momento, para reactivar la actividad económica debemos poner todos de nuestra parte.
El nuevo Chile que emerge del sufrimiento y el conflicto social debe reconocer los déficits democráticos y de derechos sin los cuales no puede existir una ciudadanía plena. La nueva Constitución debe habilitar la posibilidad de construir un futuro con y para las mayorías.
Estamos frente a una oportunidad histórica y única para dar celeridad a la descentralización del país.