Estamos frente a una oportunidad histórica y única para dar celeridad a la descentralización del país.
Jorge Serón
Ingeniero Forestal y Candidato a Constituyente por el Distrito 20.
En la Región del Biobío ha prevalecido un sentimiento generalizado de frustración frente al macizo centralismo en que se administra nuestro país y que limita en gran medida nuestra capacidad de crecimiento.
Esta materia importa, y por muchas razones. Si bien estamos frente a una incipiente descentralización como lo es poder elegir participativamente a nuestra máxima autoridad regional en reemplazo del Intendente, cuyo nombramiento era una decisión centralizada en el Presidente de la República.
El avance en descentralizar ha sido lento, el traspaso en la toma de decisiones a las regiones es aún una tarea pendiente, las atribuciones que se confirieron al cargo de Gobernador son muy limitadas, reflejo de lo difícil que es para el poder central entregar espacio de poder a la administración regional, en particular en la focalización y priorización de las inversiones previstas en el presupuesto nacional.
El camino es largo y desde mi opinión aún falta mucho por avanzar, específicamente en materias relacionadas con la necesidad de dotar a los gobiernos regionales con la autoridad para obtener y administrar sus recursos, otorgando libertad para definir a través de consejos regionales el futuro de sus inversiones.
Por años nuestra región ha estado en deuda con el transporte de pasajeros y de carga en el modo ferroviario, el único puente que atraviesa el río Biobío y que moviliza a gran cantidad de personas desde y hacia Coronel, San Pedro de la Paz, Concepción y Talcahuano tiene más de 100 años. Y aún no vemos avances en ese tema. Ese es sólo un ejemplo.
Por otra parte, debemos revertir las escasas o nulas atribuciones que tienen nuestras autoridades locales, por lo que debemos empoderarlos para que implementen planes de desarrollo y políticas públicas regionales a largo plazo. En nuestra región funcionan al menos 8 universidades, las que en diferentes oportunidades han estudiado los potenciales económicos de la Región.
Tenemos estudios y propuestas de inversión para los próximos 30 años, lo que da cuenta de un camino al progreso, crecimiento y bienestar, lo que lamentablemente por el centralismo imperante, no pasan más allá de ser solo idílicos o utópicos potenciales que tiene nuestra región. Es en los territorios donde se tomarán las mejores y oportunas decisiones que van en directo beneficio de las comunidades.
Estamos frente a una oportunidad histórica y única para dar celeridad a la descentralización del país. Tener la posibilidad de redactar una nueva constitución nos da la posibilidad de modificar el modelo en el que está siendo administrado el país, otorgándole más facultades a las regiones y a las comunas para que desde ellas brote todo el potencial de crecimiento que hasta el momento ha estado estancado.