El gasto público en salud representa el 3,5% del presupuesto nacional, inversión que está muy por debajo de las recomendaciones de un 6%, de la Organización Mundial de la Salud.
Lo lógico es cambiar al interlocutor y acá es muy probable que esté sucediendo lo mismo, aunque el gobierno pareciera no verlo así.
Aumento de especialistas, mejoras en sueldo para todos los estamentos y reducir las compras al extrasistema son parte de las exigencias de los gremios.