Estamos acostumbrados a las malas noticias, compramos el diario, oímos la radio, encendemos el televisor, para tener nuestra diaria ración de malas noticias.
En diversas instituciones no se hace bien la pega, o no se hace, o se hace mal, poniendo como ejemplo la tragicomedia de los errores en la construcción del puente Cau Cau de Valdivia, el primero basculante de Chile, un enorme proyecto vial de \$16 mil millones.
El cartaginés Aníbal es un personaje muy interesante para pasarlo por el lado. Su nombre fue usado en la Roma republicana para asustar a los niños y hacer que comieran lentejas o lograr que se acostaran a sus horas.
Mientras en Europa y China se impulsa a costo altísimo la penetración y comunicación territorial por medio de vías férreas, las autoridades chilenas dan tibia consideración a algunas vías potencialmente rentables para el ferrocarril, con los retornos financieros como principal consideración.
Difícilmente olvidaremos el mes de enero que acabamos de dejar atrás.
Según el informe "Education at a Glance", elaborado por Ocde, Chile se ubica como uno de los países con una de las tasas más bajas en matrícula preescolar entre los niños de tres años, y está en el lugar 28 del total de nacio-nes, por debajo de Polonia y Finlandia.