Lo que falta por hacer es validar la calidad del trabajo parlamentario, si hacen falta tantas leyes, cuánto de ellas ya están en otras iniciativas, cuán útiles son, cuán bien redactadas están, ya que la xperiencia común es observar grados importantes de esprolijidad.
Ya se han encendido las alarmas, los avisos desde las grandes potencias, con las recomendaciones de las voces autorizadas del primer mundo, señales de épocas tumultuosas con actores enloquecidos.
Para el mundo de la educación es un imperativo la capacitación en nuevas y diferentes competencias. Mientras se ocupa el tiempo en reformas de difícil detalle, el mundo avanza sin pausa alguna.
Si hay algo que no pasa de moda es la búsqueda de la droga milagrosa, la panacea que nos libre de todos los males, o amortigüe a niveles insignificantes los que pudieran quedar pendientes.
Es posible pensar que, en parte, esta situación se deba a rentas insuficientes para cubrir necesidades básicas que no pudieron ser resueltas de otra manera, pero también puede ser que se trate de consumismo irresponsable.
El hombre sin pasión, la especie humana, para no tener que discriminar a nadie, no tiene una razón de vivir, el estudio de esa condición es más viejo que el hilo negro. Según Descartes, en el siglo XVlll, las pasiones clásicas son seis: Admiración, Amor, Odio, Deseo, Gozo y Tristeza.