Es justamente lo que la ciudadanía requiere, tener un proyecto de futuro, la tan reclamada carta de navegación, que se diferencia con toda claridad de acciones basadas en la contingencia, la tarea no siempre productiva de ir haciéndose cargo de lo que aparezca como más urgente.
En Chile había, al momento del censo, 5,45 millones de hogares, de ellos, el 39,4% declaró a una mujer como jefa, es decir, 2,15 millones. Un escenario que contrasta con las cifras de 1990, ese año sólo un 20,2% de los hogares tenía a una mujer como jefa de hogar.
La función del Pacyt implica una masa crítica de empresas, agentes e individuos trabajando en sectores y actividades determinadas, donde las ideas y sus aplicaciones afluyen y se suceden con impacto en la productividad, en el empleo y en bienestar para todo el tejido social.
Entre los atributos destacables del Gran Concepción y que habitualmente no apreciamos cabalmente, está el papel que desempeñan los sistemas naturales en el paisaje y el acceso a esos bienes, una singularidad muy propia de la urbe penquista y, por lo tanto, no suficientemente valorada.
Las comunidades tienen una extensa historia de resistencia y organización que se remonta a épocas prehispánicas. Si bien los pilares del Plan –inversión social, emprendimiento y representación política para los mapuche– son correctos, no abordan la clave del conflicto: la tierra.
La ciudad ha reducido casi a la mitad la superficie de sus humedales, al ser rellenados para la instalación de viviendas e industrias, generando consecuencias negativas, tanto para la biodiversidad como para el desarrollo urbano.