Con los resultados de mayo se corrigen las proyecciones de crecimiento para este año, que salta de 7% a 8.5%. El único pero se llama variante Delta.
Alza histórica y cifras por sobre las expectativas. Así los diferentes actores económicos del país calificaron el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de mayo, que registró un crecimiento de 18,1% en comparación con el mismo mes del año pasado. La variación mensual se ubicó en 2.6%, el mejor resultado desde septiembre de 2020, informó el Banco Central.
Las cifras son positivas y señalan un mejor desempeño de la economía del país. En 12 meses el Imacec alcanza una cifra histórica y, en comparación al mes anterior, es una muestra de que la economía revirtió el bajón de marzo-abril.
Sin embargo, las cifras deben ser observadas a la luz de los indicadores globales. Incluso el Banco Central señala en su informe que hay una “menor base de comparación de mayo del año anterior y por una mayor adaptación de los hogares y empresas a la emergencia sanitaria asociada al Covid-19”. En simples, el 18,1% se compara con mayo de 2020, que registró una caída de 15,3% y disminuyó 3,4% respecto de abril de ese mismo año. La base de comparación efectivamente es muy baja, pero de todas formas es importante que el país comience a dar señales de recuperación. Otra realidad sería si el Banco Central informara de otro mes de Imacec a la baja.
La recuperación no es homogénea, sino que hay diferencias entre sectores. Mitad del incremento del Imacec se explica por la histórica expansión mensual de 13,4% registrada por el Comercio. Se atribuye ese resultado a una reducción parcial del confinamiento, al tercer retiro de fondos de pensiones y a las nuevas ayudas estatales, a través del Ingreso Familiar de Emergencia universal. Los demás sectores tuvieron alzas mucho más acotadas y algunos rubros todavía mantienen una diferencia importante respecto a sus niveles previos a la pandemia.
¿Qué importancia tiene lo anterior? El Imacec constituye una aproximación de la evolución del Producto Interno Bruto, es decir, del crecimiento del país. Con los resultados de mayo se corrigen las proyecciones de crecimiento para este año, que salta de 7% a 8.5%. La velocidad de recuperación económica tendrá impacto en la Tasa de Política Monetaria, por ende en los demás indicadores financieros internos, como créditos y el costo de vida en general. El único pero se llama variante Delta.