Cuando se realice hoy la ceremonia de instalación de la Convención Constitucional es probable que persistan muchas dudas respecto al funcionamiento de esa nueva institucionalidad. Faltan definiciones al reglamento sobre cómo procederá la Convención, sus horarios para sesionar, mesa directiva y un largo etcétera. Nada de lo anterior, sin embargo, es más importante que el histórico hecho de que mañana podrá comenzar a trabajar el organismo en que 155 hombres y mujeres estarán a cargo de redactar una propuesta de nueva Constitución para Chile.
En los nueve meses en que sesionará la Convención Constitucional, prorrogable tres meses por única vez, deberán ser abordados los temas que la ciudadanía ha demandado en manifestaciones públicas y en los últimos procesos eleccionarios. La participación ciudadana debería ser una constante en el tratamiento de materias como los derechos sociales (igualdad, libertad y dignidad del ser humano), fortalecimiento y mayores atribuciones para las regiones, protección del medio ambiente y a los animales, revisión del funcionamiento de los actuales poderes del Estado, con énfasis en una agenda descentralizadora. La nueva Carta Magna debería considerar la igualdad y la no discriminación por orientación sexual e identidad de género, raza y cultura, entre otros, materias que están consagradas internacionalmente en tratados internacionales y que son parte de las constituciones de un gran número de países. En la Constitución chilena de 1980 no se incorporó una norma orientada a consagrar la igualdad, tampoco a prohibir la discriminación en todas sus formas y por cualquier condición personal o social.
Los próximos meses serán de intenso trabajo y todo el país estará pendiente de temas como un sistema de salud accesible para todas y todos, educación, viviendas, preocupación y cuidado con los pueblos originarios, pensiones dignas, políticas de género, políticas para los territorios y sus recursos. La conformación de la Convención Constitucional expresa la diversidad de opiniones, anhelos y aspiraciones de todo el país, lo que además se vio expresado en las últimas elecciones que rediseñaron el mapa de la representación política nacional. Hoy comienza la materialización de un trabajo trascendental para el Chile del mañana.