En la UBB estamos convencidos de que con el retorno a la presencialidad no debemos ponerle freno al proceso de virtualización; por el contrario, debemos seguir potenciándolo como recurso pedagógico para pregrado, posgrado, vinculación y extensión.
Dr. Peter Backhouse
Vicerrector Académico Universidad del Bío-Bío.
Si bien la pandemia obligó a todas las instituciones de educación superior a adaptarse a las clases a distancia, para algunas como la Universidad el Bío-Bío el desafío fue aún mayor y con ribetes épicos, por su alto porcentaje de alumnos de comunas rurales. En solo 4 semanas en la UBB tuvimos que generar las condiciones para preparar las plataformas, capacitar a los profesores con el uso de nuevas herramientas tecnológicas y pedagógicas, y llegar con conectividad a todos nuestros estudiantes de Biobío y Ñuble, incluso en zonas cordilleranas.
Nuestros equipos se comprometieron más allá de su deber, arriesgando su salud e hipotecando su vida familiar para cumplir con el desafío de no dejar a ningún alumno sin clases. Así fue como, entre la direcciones de Desarrollo Estudiantil, Bibliotecas y las facultades se facilitaron más de mil notebooks, computadores y tablets; se entregaron 2.562 chips de conectividad y 185 becas de internet.
La Dirección de Docencia lideró el proceso para lograr que el 100% de la enseñanza se realizara en línea, mediante clases sincrónicas y asincrónicas. Para ello fue clave el Proyecto de Virtualización desarrollado por la Unidad de Gestión Curricular y Monitoreo, que desarrolló soluciones creativas para que los docentes pudieran entregar sus contenidos de una manera clara, innovadora y motivadora, y pudieran lograr los resultados de aprendizaje esperados.
La digitalización y virtualización fue transversal: desde la Dirección de Admisión y Registro Académico se implementó el proceso de admisión on line; la Dirección de Bibliotecas reforzó su biblioteca virtual y generó un sistema de préstamos por valija; y la Dirección de Extensión aprovechó la instancia para ampliar su oferta cultural con la comunidad y reforzar sus lazos con pares del continente.
Como Universidad nos sentirnos orgullosos de lo que logramos, lo que no habría sido posible sin el compromiso y esfuerzo del cuerpo académico. Sin embargo, con el retorno a la presencialidad y las nuevas directrices del Ministerio de Educación, sentimos que se le ha puesto freno al trabajo que se venía desarrollando. En la UBB estamos convencidos de que debemos seguir potenciando la virtualización como recurso pedagógico complementario para pregrado, posgrado, vinculación y extensión, y así se lo plantearemos a las otras universidades del Cuech, con el propósito de generar una política al respecto. Salimos fortalecidos de esta crisis, que nos permitió dar un salto cuántico en virtualización; está en nuestras manos aprovechar el impulso para seguir avanzando.