En zonas turísticas alejadas es clave la presencia de especialistas certificados que ofrezcan un servicio garantizado respecto de la seguridad, sobre todo en turismo aventura.
Cuando llega la época de vacaciones, generalmente, definir el destino de algunos días de descanso se torna importante. Playa, lagos, lagunas y zonas cordilleranas se suman a la oferta de existente en la Región y el país. Sin embargo, dada la tragedia acontecida en el Parque Nacional Torres del Paine, surge la inquietud respecto de las medidas de seguridad que se deben tener presentes al momento de definir donde disfrutar ese periodo.
En ese momento, es clave revisar que los lugares donde se proyecte el desplazamiento cuenten con una serie de variables que permitan estar tranquilos respecto de riesgos naturales u otros.
En este escenario, sobre todo en zonas turísticas alejadas, es clave la presencia de especialistas certificados que ofrezcan un servicio garantizado respecto de la seguridad, sobre todo en turismo aventura.
Bajo ese contexto, en el Congreso se tramita un proyecto de ley que aumenta las exigencias para prestar servicios en dicho rubro. Entre otras solicitudes, plantea la obtención obligatoria del Sello de Calidad Turística para operar, acreditar el cumplimiento de estándares de seguridad respecto al personal, equipamiento y procedimientos de ejecución de las actividades, instalar de forma visible un código de acceso al Registro Nacional de Prestadores de Servicios Turísticos para que los usuarios puedan verificar permisos y vigencias. En caso de incumplimiento, la iniciativa de ley propone aplicar multas que van entre 25 y 35 UTM, es decir el monto puede ascender hasta 2.433.970 para quienes incumplan estas obligaciones.
“Algunos hechos actuales lamentables hacen detenerme y replantear cómo gestionamos el turismo de montaña en todo Chile, desde la gestión del riesgo, la profesionalización de los servicios, la calidad del acompañamiento y la toma de decisiones en terreno, todo esto, desde una mirada profesional, organizacional y desde la educación en montaña que tenemos en el país”, expresó a Diario Concepción, Evelyne Lizama, quien es guía profesional de montaña y representa a la Asociación Nacional de Guías e Instructores de Montañismo y Escalada (ACGM).
En la misma línea, la especialista releva la necesidad de profesionalizar más estos servicios, en base a las condiciones geográficas propias del país y la zona, junto a extremar los cuidados de quienes optan por la alta montaña y otros paisajes.
En todo caso, dentro de las mismas variables también debe estar presente la responsabilidad personal para optar por decisiones que signifiquen un riesgo de vida.