Se dice que las pandemias tienen dos tipos de final: por razones médicas, y de carácter social. Ojalá que la ciudadanía no pierda ni el temor ni la capacidad de asombro con las altas cifras de contagios. O muy pronto llegaremos a 700 nuevos casos diarios.
La Región del Biobío registró ayer otro récord indeseable: nuevo peak histórico en la cifra diaria de casos de Covid-19, con 632 nuevos contagios confirmados. Pese a la cuarentena, a los llamados y recomendaciones, y a las medidas sanitarias y restrictivas, el número de contagios por coronavirus sigue en una escalada con peaks cada vez más altos.
Cuando faltan pocos días para cumplir un año desde la llegada del virus a Biobío, ya nadie se aventura en afirmar que la pandemia está bajo control. De hecho, se fijó para abril-mayo de 2020 la cima de la curva de casos confirmados para Covid-19. Pero el período con más positivos para el PCR, en aquellos primeros meses, fue la última semana de junio, cuando las cifras superaron los 200 casos diarios y llegaron hasta los 259 casos confirmados en un sólo día. Si aquellas cifras generaban preocupación, las que conoceríamos en meses posteriores serían peores. Hubo nuevas alzas, con días que superaron los 400 casos, luego superamos los 500 y al inicio de febrero, 618 casos confirmados en un sólo día. Con el récord histórico regional de 632 anunciados ayer, hay preocupación entre los agentes de salud. Todos saben que el número de nuevos casos diarios no es determinante, puesto que depende de la cantidad de los PCR realizados. La tasa de positividad – porcentaje de personas contagiadas en relación con la cantidad de test PCR – es más importante. Biobío mantiene cifras altas en ambos casos, tanto en número total de nuevos casos como en la tasa de positividad.
Los investigadores coinciden en que no es posible hacer previsiones sobre el término de la pandemia, y tampoco sobre el momento más alto de la curva de contagios. Hay incertidumbre sobre si llegamos al punto más alto de contagios en Biobío o si el peor todavía está por llegar. Pero sí hay algunas certezas: las proyecciones indican que no habrá, al menos en las próximas semanas, una reducción significativa en los contagios.
Pese a lo anterior, la aplicación de las vacunas permite proyectar avances para los próximos meses. Doblegar la pandemia exige esfuerzo concentrado en políticas sanitarias y de comportamiento de la ciudadanía. Se dice que las pandemias tienen dos tipos de final. Uno, por razones médicas, cuando disminuyen las tasas de incidencia y muerte por la enfermedad. El otro es un final de carácter social, cuando se desploma el miedo a la enfermedad. La vacuna es un aporte para un final médico. Ojalá que la ciudadanía no pierda ni temor ni la capacidad de asombro con las altas cifras de contagios. O muy pronto llegaremos a los 700 nuevos casos diarios.