Editorial

Opinar y expresarse sin temor

¿Acaso estamos viviendo tiempos en qué ya no se puede emitir opinión? Un atributo de la democracia, se supone, es la opinión y la expresión sin miedo, más aún si es informada y respetuosa de las diferencias.

Por: Editorial Diario Concepción 22 de Febrero 2020
Fotografía: Agencia UNO

Mañana domingo 23 de febrero comenzará la versión 2020 del Festival Internacional de Viña del Mar. Un evento querido y criticado, pero también uno de los programas televisivos más vistos del verano y una tribuna para los canales a cargo de su transmisión publiciten los productos que serán parte de su parrilla a partir de marzo: léase programas de concurso, telenovelas o series.

Sin embargo, durante su extensa historia, el escenario de la Quinta Vergara también ha sido el espacio para que diversos artistas comprometidos con distintas causas den a conocer sus ideas. Ejemplos hay muchos, particularmente, en la historia más reciente. “Dedicada a toda la gente en Puerto Aysén que lucha contra la represión”, dijo Francisco Durán, guitarrista de Los Bunkers, en el verano de 2012, poco antes que la agrupación interpretara La exiliada del Sur de Violeta Parra y Patricio Manns. En la misma edición, Manuel García leyó una escueta carta, dirigida al Presidente Sebastián Piñera, que cumplía con su primer periodo a la cabeza del gobierno y que concluía con la frase “los estudiantes no lo dejarán dormir, si usted no los deja soñar”.

Pero si de artistas sin pelos en la lengua se trata, Jorge González siempre llevó la delantera, como cuando Los Prisioneros debutaron con su formación original en el certamen de 2003. El vocalista disparó contra el doble estándar de la televisión y los defensores de la dictadura. Diez años después, ya como solista, ad portas de una nueva elección presidencial, emplazó a Michelle Bachelet: “si no hace nada por cambiar la Constitución, no se moleste y quédese donde está”.

Este año, luego del estallido social iniciado el 18 de octubre, las alarmas de la organización se han encendido y, por primera vez, se escucha hablar, abiertamente, de censura. Sin ir más lejos, hasta Ricky Martin, un baladista otrora inocente y que luego de la revuelta en su país natal, Puerto Rico, se ha transformado un artista comprometido, ha sido objeto de análisis y reportajes en medios nacionales en los últimos días.

Ayer, en la primera conferencia de prensa de los animadores, junto a la organización del certamen, se aseguró que los artistas tendrán libertad absoluta. Curiosidad aparte, el debate coincide con la instrucción de La Moneda a su ministros para que se abstengan de entregar su opinión respecto del plebiscito del abril. ¿Acaso estamos viviendo tiempos en qué ya no se puede emitir opinión? Un atributo de la democracia, se supone, es la opinión y la expresión sin miedo, más aún si es informada y respetuosa de las diferencias. Quizás, a ello, deberíamos volver a aspirar.

Etiquetas