La Central Hidroeléctrica Chivilingo es un emblema total de la Región del Biobío.

Es un atractivo turístico pero también un elemento histórico que habla del paso y desarrollo, en algún momento, de la actividad industrial y sus beneficios sociales de la zona.

De acuerdo a lo publicado por el Consejo de Monumentos Históricos Nacionales de Chile, Chivilingo fue la primera central de este tipo en el país.

Encargada por Isidora Goyenechea, se inauguró en 1897 como parte de la Compañía Minera del Carbón de Lota.
En su diseño estuvo al mando Thomas Alba Edison. Fue totalmente financiada por la Compañía Explotadora de Lota y Coronel.

Actualmente, la construcción permanece con graves deterioros en su estructura producto del paso de los años e incrementados por el terremoto de febrero del 2010. La planta funcionó desde su inauguración hasta 1974.

De ahí que con el objetivo de mantener bajo cuidado el Monumento Histórico Casa de Máquinas, el MOP abrió la licitación para los trabajos tendientes a mejorar el soporte provisorio que mantendrá segura la estructura.

La ejecución de las faenas -en concurso público-, ha sido autorizada por el Consejo de Monumentos Nacionales, y consiste concretamente en la construcción de una cubierta provisoria. Para lo que se retirará y resguardará la estructura original de esa cubierta, se contempla la limpieza general del edificio, la protección de los bienes muebles (turbinas Pelton y maquinarias asociadas al funcionamiento de la Central), así como la disposición de un sistema de evacuación de aguas lluvias.

El financiamiento de estos trabajos es en base a fondos del Programa Revitalización de Barrios e Infraestructura Patrimonial Emblemática de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere). La inversión estimada es de $169 millones.

El cuidado de Chivilingo es la protección al sentimiento local. Al de la Cuenca del Carbón y un pasado romántico que da cuenta de los avances, en un momento de la historia, sobre la innovación regional.