Editorial

Medidas para regular tránsito en Concepción ya no pueden esperar

Las cifras son categóricas: desde el 18 de octubre, los accidentes en Concepción aumentaron un 70%. Y aún no se ve que las autoridades implementen un plan en serio para regular el tráfico.

Por: Editorial Diario Concepción 20 de Febrero 2020
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Sin dudas, una de las consecuencias más importantes que ha dejado, a nivel práctico, el estallido social es el desorden vehicular en Concepción. En total, en estos momentos, son 45 puntos de la ciudad donde no hay semáforos, algunos de ellos con un alto tránsito diario y donde sobresale la intersección de Paicaví con Los Carrera, con una rotonda donde confluyen varios sentidos que, sin contar con la señalización adecuada, los riesgos de accidentes suben de manera considerable.

Sobre esto último, las cifras entregan un diagnóstico lapidario. De acuerdo a la información dada por José Pedreros, comandante del Cuerpo de Bomberos en Concepción, desde el 18 de octubre, los accidentes en la ciudad han aumentado un 70% en relación a años anteriores, y se han producido 234 en total.

Desde que se sacaron los semáforos, es común ver que en todas las esquinas no hay personal ni de Carabineros ni municipal de forma permanente apoyando las labores de dirección de tránsito, sino que son personas comunes y corrientes las que lo hacen, esperando una colaboración monetaria de los propios conductores. Si bien la ayuda de estos “semáforos humanos” es destacable y muy valorable, cabe preguntarse si corresponde que ellos sean los principales encargados de mantener el orden vehicular.

A todas luces, la respuesta es no. Considerando el aumento en los accidentes, resulta inexplicable que hasta el momento las autoridades pertinentes no hayan tomado medidas en serio. Si su “plan” es ampararse en la baja del tráfico vehicular que se produce en verano y en quienes ya se ubican en cada esquina hace un par de meses, realmente es preocupante. No se puede dejar un tema tan importante casi al azar, a la improvisación. Porque a la falta de regulación oficial también debe sumarse el criterio y paciencia de los propios conductores para evitar más accidentes, algo que no todos tienen presente al momento de tomar el volante.

Seguramente, ahora que empezará marzo y volverán los estudiantes tanto de educación básica, media y superior a las clases será más común ver el personal que tiene que estar dirigiendo el tránsito mientras no se repongan los semáforos. Algo que debió planificarse mejor, pues así, seguramente, ese porcentaje de accidentes no sería tan alto.

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