Editorial

Inserción laboral del adulto mayor

“Los adultos mayores de hoy son más activos y autovalentes que las generaciones anteriores, y comienzan a convertirse en un atractivo para aquellas empresas que optan por la experiencia”.

Por: Editorial Diario Concepción 19 de Febrero 2020
Fotografía: Raphael Sierra P.

A fines de 2019, el Congreso aprobó un acuerdo por lo cual los adultos mayores de 65 años o más, que estén pensionados, tendrán una rebaja del 50 por ciento de la tarifa normal en el transporte público.

A parte la relevancia de entregar un subsidio al transporte, se hace evidente que los adultos mayores en Chile se han transformado en un elemento presente en las políticas de Estado, no sólo por el mayor requerimiento de atenciones en salud, o la necesidad de proveer infraestructura adecuada en diversos ámbitos de las ciudades y los servicios, sino, además, por el impacto que tiene esta población en aumento para los sistemas previsionales.

La expectativa de vida ha aumentado considerablemente en todo el mundo. La esperanza de vida promedio ha alcanzado aproximadamente 71 años y se calcula que para 2050 sea de 77 en el mundo y de 85 años en Chile. Según el INE, en base a datos del año 2015, en nuestro país los mayores de 60 años representan el 15% de la población, la proyección que en esa oportunidad se hizo, estima que el año 2020 lleguen a ser más de 3 millones de personas.

El efecto de esta circunstancia es directo e inmediato sobre el sistema previsional. Teóricamente, en nuestro país la jubilación para los hombres es a los 65 años y para las mujeres a los 60, si así fuera, dada la diferencia entre esta edad y la expectativa de vida, los chilenos vivirían 16 años más después de jubilar y las chilenas 23. Sin embargo, según un informe de 2015 de la Ocde, los chilenos dejan de trabajar en promedio a los 68,4 años y las chilenas a los 67, aun así, la vida continua por 11 años para los hombres y 16 para las mujeres.

Lo anterior representa una fuerte presión para el sistema previsional. Las cifras indican que el índice de envejecimiento -que mide la relación entre personas de 60 años o más y la población menor de 15 años- exhibe un aumento desde 1990, es decir, actualmente en Chile hay 86 personas mayores por cada 100 personas menores de 15 años. En 1990 este índice era de 35,4 personas mayores por cada 100 menores de 15 años.

A la vez, los adultos mayores de hoy son más activos y autovalentes que las generaciones anteriores, y comienzan a convertirse en un atractivo para aquellas empresas que optan por la experiencia. Brindar espacios laborales para este grupo etario en aumento se ha convertido en un desafío. Son respuestas que se necesita para una realidad que no puede resolverse con el sólo esfuerzo del Estado, sino que debe concurrir el sector privado.

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