Editorial

Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Como ocurre en otros ámbitos, es importante dar una mayor cabida a la labor femenina en la ciencia, así como motivar a la comunidad en general a estudiar carreras ligadas a esta área.

Por: Editorial Diario Concepción 12 de Febrero 2020
Fotografía: Archivo | Agencia UNO

El 22 de diciembre de 2015, la Organización de las Naciones Unidas decretó que cada 11 de febrero se celebraría el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. En ese momento, António Guterres, secretario general del organismo, aseguró que “en los últimos 15 años, la comunidad internacional ha hecho un gran esfuerzo para inspirar y promover la participación de las mujeres y las niñas en la ciencia. Sin embargo, siguen encontrando obstáculos para desenvolverse en este campo”.

Además, agregaba que, según datos de la Unesco (entre 2014 y 2016), solo alrededor del 30% de todas las alumnas escogen estudios superiores dentro del campo de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y matemáticas (Stem). En todo el mundo, la matrícula de estudiantes femeninas es particularmente baja en el campo de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC), con un 3%; ciencias naturales, matemáticas y estadísticas, con un 5%, y en ingeniería, manufactura y construcción, con un 8%”.

El establecimiento de esta conmemoración tiene como objetivo ser un recordatorio de que las mujeres y las niñas desempeñan un papel fundamental en las comunidades de ciencia y tecnología, y que su participación debe fortalecerse. De acuerdo al documento “Se necesitan científicas”, publicado en el sitio web de la ONU, menos del 30% de los investigadores de todo el mundo son mujeres, y hay muy pocas en puestos de toma de decisiones y en los empleos mejor remunerados de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Esta desigualdad se produce por varias razones, desde priorizar este tipo de educación en los niños, a los prejuicios de género y estereotipos, pasando por la brecha digital mundial, que castiga desproporcionadamente a las niñas y las mujeres.

Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, aseguró que “para hacer frente a los inmensos desafíos del siglo XXI nos hace falta la ciencia y toda la energía necesaria y, por ello, el mundo no puede privarse del potencial, la inteligencia y la creatividad de los miles de mujeres que son víctimas de desigualdades o prejuicios”.

Como ocurre en otros ámbitos, es importante dar una mayor cabida a la labor femenina en la ciencia, así como lo es motivar a la comunidad en general a estudiar carreras ligadas a esta área.

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