Editorial

Los lesionados de siempre en conflictos educacionales

Son entonces nuestros estudiantes los que reciben el impacto del conflicto, es decir, es el futuro de nuestro país el dañado, al restarle la capacitación de su capital humano.

Por: Editorial Diario Concepción 28 de Julio 2019
Fotografía: Raphael Sierra P.

Que los profesores realicen paros de larga duración parece ser consustancial con la educación chilena. Sin importar las razones de las huelgas, hay un signo intranquilizador en las sociedades cuando sus profesores, masivamente, se organizan para protestar, no es un gremio con tremendos soportes para mantenerse sin trabajar y aun así asumen esa dificultad por largo tiempo, es una señal que no se ha examinado con seriedad.

En primer lugar, hay que establecer dos supuestos, el primero es el político, los profesores en el lado opositor del gobierno, con la salvedad que se trata de diferentes gobiernos con diferentes ideologías, el segundo es profesional, la responsabilidad de los profesores con la formación de los alumnos, lo que justifica su presencia en la sociedad, es difícil pensar que los profesores no estén conscientes del daño que estas paralizaciones infligen a los estudiantes, la más de las veces irrecuperable.

El movimiento se ha detenido, con la participación de casi 20 mil profesores, muchos menos que  en consultas anteriores, el Colegio de Profesores se manifestó a favor de bajar el paro indefinido, tras ocho semanas consecutivas de movilización y un evidente desgaste en la adhesión de las bases, con resultados parciales y la declaración de permanecer en estado de alerta, por el cumplimiento de los acuerdos para terminar el conflicto y de una retirada estratégica para volver sobre los temas pendientes. Paz inestable y cargada de nubarrones.

El petitorio docente que motivó el paro de aproximadamente 80 mil profesionales a nivel nacional, incluyó la deuda histórica, que se remonta al no pago del reajuste salarial que desde 1981, según los profesores, deberían haber recibido por concepto del Decreto Ley 3551, que estableció un aumento de hasta un 90% del sueldo base para todos los funcionarios públicos y que dejó fuera a los profesores trasladados previa y unilateralmente, a los municipios, una situación que afecta a más de setenta mil los docentes y que el Ejecutivo se ha negado a reconocer a través de los sucesivos gobiernos desde el regreso a la democracia.

Otro planteamiento crítico es la titularidad en las horas de extensión, un punto clave para el gremio, una petición que el Mineduc se comprometió a impulsar con una modificación legal que permita a los docentes con horas de extensión contratadas adquieran la titularidad respecto de esas horas de extensión. Hay entonces asuntos por conversar, las evaluaciones de desempeño, el reconocimiento a las menciones de los profesionales, los contenidos de los planes de estudio, de tal modo que no hay acuerdo, sino una tregua.

Este y otros gobiernos han acusado a los profesores de utilizar a los estudiantes como rehenes, pero de igual modo los gobiernos emplean los mismo rehenes para impedir que los profesores realicen paros, son entonces nuestros estudiantes los que reciben el impacto del conflicto, es decir,  es el futuro de nuestro país es el dañado, al restarle la capacitación de su capital humano y de paso perpetuar las brechas en una sociedad que impiden la igualdad de oportunidades y dificulta el progreso.

Es difícil concebir un Chile más justo si la educación pública no tiene la calidad necesaria, si no se revisan las prioridades, más que signos materiales de riqueza hay que robustecer la formación de personas, de no ser así nuestro país seguirá teniendo los pies de barro.

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