Editorial

La equívoca riqueza de los chilenos

Persiste la inequidad chilena y la lentitud de la movilización socioeconómica, casi un 20 por ciento de personas con mayores recursos concentran más del 70% de la riqueza del país, con una clase media crecida en número, aspiracional y frágil.

Por: Editorial Diario Concepción 29 de Junio 2019
Fotografía: Contexto | La Tercera

Para el ciudadano común, las noticias, casi todas redactadas en un lenguaje particularmente críptico, relatando favorables características del ámbito de las finanzas en Chile, tienen una leve sombra irónica, ya que para la gran mayoría de los ciudadanos a pie el dinero disponible es el justo y necesario para satisfacer las necesidades y obligaciones básicas, y para materializar los proyectos de superación de personas y familias, y esos más bien modestos propósitos, no siempre posibles.

En ese particular se ha conocido los comentarios y análisis pertinentes al crecimiento de la riqueza en nuestro país, describiéndolo como en estado de estancamiento en 2018, pero, al mismo tiempo, profetizando que este se elevará con fuerza hasta 2023. El estudio de Boston Consulting Group (BCG), entrega al mismo tiempo dos interesantes piezas de información, constata que sólo el 6% de la riqueza financiera privada se encuentra fuera del país y confirma que existe una alta concentración, lo cual no tiene nada de inédito.

La riqueza financiera privada de los chilenos ascendió a US$ 493 mil millones al cierre de 2018, lo que implica un crecimiento de 3% en relación al monto registrado el año anterior. Una cifra bastante inferior al 10% de alza experimentado en 2017, resultado que refleja el comportamiento de la economía mundial en el período. “La riqueza mundial privada se estancó en 2018, debido principalmente a que fue el peor año para las bolsas en la última década, con los principales índices de mercado cayendo hasta en un 20%”, sin embargo, los consultores acotan que nuestro país se caracteriza por su solidez, estabilidad y un creciente desarrollo de la gestión de la riqueza.

El estudio define la riqueza como los activos líquidos que se pueden invertir, pero no se incluyen las participaciones mayoritarias en empresas ni activos inmobiliarios. En ese sentido, una persona de alto patrimonio, según BCG, es aquella que posee una riqueza de US$ 1 millón hacia arriba, estos connacionales de alto patrimonio que gestionan su riqueza en bancas privadas concentran sus inversiones, principalmente, en fondos mutuos, donde tienen un 40%, en acciones (25%) y en bonos (10%) y en otros activos alternativos.

Desagregando esta información, es posible apreciar que entre los más de 13,83 millones de individuos mayores de 18 años que hay en Chile, 140 de ellos cuentan con un patrimonio superior a los US$ 100 millones, concentrando el 18,1% de la riqueza privada. Una situación que documenta la inequidad chilena y la lentitud de la movilización socioeconómica, ya que persiste el hecho que casi un 20 por ciento de personas con mayores recursos concentran más del 70% de la riqueza del país, con una clase media crecida en número, aspiracional y frágil.

Así, el cuarto quintil, en orden de riqueza, alcanza al 17% del total, mientras que el tercer quintil el 9% y el segundo, el 2,3 por ciento. El quintil más pobre no participa en esta distribución, ya que para fines estadísticos se le considera con riqueza es negativa, es decir, sus deudas son mayores que sus ingresos.

Las cifras son suficientemente elocuentes como para evitar mayores comentarios, pero sí lo suficientemente duras como para demandar mayor atención a las posibilidades de avanzar en el eterno proyecto de hacer este país nuestro más equitativo con el esfuerzo de los suyos.

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