Editorial

Los aprendizajes pendientes en sexualidad

Por: Editorial Diario Concepción 11 de Mayo 2018
Fotografía: Archivo | La Tercera.

Los mensajes vienen esta vez del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia o Unicef (United Nations International Children’s Emergency Fund), un programa de la ONU que provee ayuda humanitaria y de desarrollo a niños y madres en países en desarrollo, se refieren a una forma de educación que, por diversos motivos, no termina de estructurarse; la educación sexual, que desde las más diversas circunstancias se le identifica como la columna débil de la formación de las personas, que en este ámbito muestran un inconveniente  nivel de inmadurez, cuando debiera haber conceptos tan claros como cualquier otro tipo de conducta humana.

El aspecto crítico de esta falta de madurez o de conocimiento es que suele ser la razón determinante de situaciones que diariamente golpean a la sociedad; de abuso, de maltrato, de violencia que se ejerce sobre personas de diversos géneros y de todas las edades y niveles socioeconómicos.

Desde la organización aludida se hace la recomendación, fundada en evidencia obtenida en programas  exitosos, que la sexualidad es un tema a tratar con los niños desde los cuatro años, sin el empleo de eufemismos, una modalidad que ha sido aplicada eficazmente en algunas instancias, en las cuales la política en la sala de clases es evitar hablar de los genitales con diminutivos o sobrenombres, consecuente con la idea que no hay en estas características. propias del ser humano, maldad  o vergüenza, que no tiene porqué ser un tema  prohibido.

Las iniciativas particulares de los profesores en este sentido tienen el apoyo el Ministerio de Educación, que hace pocos días propuso educar en el ámbito de la sexualidad desde la primera infancia, teniendo a la vista las alarmantes cifras en los índices de contagio de VIH y de  madres adolescentes, lo que ha llevado a solicitar a los establecimientos reconocidos por el Estado incluir programas de educación sexual desde 1° medio.

Para los expertos de Educación y Primera Infancia de Unicef, la educación sobre sexualidad y afectividad, es un tema que se debe abordar a lo largo de toda la trayectoria de vida de los niños, desde la primera infancia en adelante, teniendo en consideración la forma y contenido  de estos temas para que resulten apropiados a sus respectivas etapas de desarrollo, para que los niños tengan conocimiento del propio cuerpo, de sus emociones y cómo expresarlas, así como aprender a poner límites a lo que les pueda incomodar, un elemento indispensable como protección ante posibles situaciones de maltrato o abuso sexual.

Al entregar formación en este sentido es necesario no confundir la genitalidad, uno de sus aspectos, con sexualidad y las actividades y conductas sexuales, sino también, y de manera particularmente más enfática, del desarrollo de la identidad, como la femineidad y masculinidad y la necesidad de relaciones de afecto e interpersonales, como la ternura, amistad o amor, como elementos estrechamente vinculados a la calidad de vida. Así, como lo expresan los expertos, las pedagogías tienen que poder enseñarles a los niños a convivir sana y respetuosamente.

Los actuales problemas de esta naturaleza en la sociedad, derivados justamente de la inapropiada formación en sexualidad, indican que es un tema que debiera enfrentarse en diversos entornos, con claridad y franqueza, sin falsos escrúpulos, de otra manera seguiremos con la cabeza sumergida en la arena.

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