Edición Especial

Las valientes y anónimas penquistas que luchan contra el mortal coronavirus

A un año de la llegada de la pandemia al país, muchas decidieron enfrentar de diversas formas a este enemigo invisible, que ya ha cobrado a más de 20 mil chilenos. De ellos, más de mil en tierras del Biobío.

Por: Felipe Placencia 08 de Marzo 2021
Fotografía: Claudia Mardones

Nadie proyectó con certeza que un virus que causaba estragos al otro lado del mundo llegaría en cuestión de meses a Chile, causando más de 20 mil muertos a la fecha. En la Región del Biobío son poco más de mil los que ya no están.

Las primeras reacciones ante su arribo fueron de incredulidad. Luego temor. Los días previas al autoconfinamiento de fines de marzo ya se registraban compras aceleradas de mascarillas y alcohol gel.

A la crisis sanitaria devinieron las consecuencias económicas: millones de personas sin empleo y un esfuerzo millonario por parte del sistema estatal para contrarrestar a toda costa el desplome. Un escenario de tintes apocalípticos.

Millones de chilenos debieron continuar sus vidas en medio de las medidas de higiene y las de corte restrictivas bajo un Estado de Catástrofe.

Es en ese contexto, que detrás de los rostros ocultos con mascarillas, hay heroínas anónimas. Se trata de mujeres que desde sus respectivas ocupaciones no piensan rendirse.

Estamos hablando de Gisela Torres, Evelyn Creixel, Claudia Mardones, Marta San Martín, Verónica Vergara y Vania Casanueva. Ejemplos que descubrimos en medio de la pandemia que se resiste a terminar.

Y estos son sus testimonios.

 

En la primera línea

Evelyn Creixel es técnica en enfermería del Hospital Las Higueras reconoció que cuando el virus llegó a la zona un miedo desconocido le invadió.
“La verdad para mí al principio tuve incertidumbre. Habían reglamentos nuevos cada día. Al cambio drástico en nuestra forma de trabajo, el sólo hecho de hacerlo con mucho miedo de poder contagiarse y poder llegar a enfermar a nuestra familia fue una etapa muy difícil para todos como funcionarios”, aseguró.

Creixel atendió pacientes con profesionalismo. Lamentablemente, pese a todas las medidas de higiene requeridas, el coronavirus no tuvo barreras y terminó contagiada.

“En el momento de saber que era Covid positivo fue un momento de mucho miedo al no saber como iba a reaccionar mi cuerpo ante el virus. El miedo a poder haber contagiado a mi familia y después al momento de volverán trabajo uno queda temeroso. La parte psicológica se ve afectada de una manera muy difícil de describir. Con angustia (…), pero de igual manera uno sigue trabajando y tratando de entregar la contención necesaria para los pacientes que de sienten de igual o mayor manera que uno al estar hospitalizados”, contó.

La profesional lamenta el relajo pese a las tragedias que se conocen. “Mi mensaje para toda la gente es que tenemos que seguir protegiéndonos que la pelea contra la Covid-19 aún esta lejos de terminar que no hay que relajarse con las medidas de protección y que todos tenemos la herramientas para pelar contra este virus”.

 

Comunidad fuerte

La profesora Vania Casanueva Reyes es penquista, pero trabaja en el Liceo Las Araucarias de Curacautín en la Región de la Arucanía. “Fue un golpe fulminante. Cuando se decretó la emergencia ese domingo 15 de marzo e iniciaron a suspender las clases yo empezaba a trabajar al día siguiente en un proyecto nuevo. A la par ensayaba junto a mi grupo la defensa de tesis y todo se suspendió. Fue un momento de mucha incertidumbre, angustia, frustración y resiliencia”, lamentó.

Indicó que los siguientes meses “mientras reformulábamos la defensa de tesis vía online y teletrabajaba desde casa, aprendí habilidades comunicativas y herramientas tecnológicas para enfrentar esta emergencia sanitaria y que al día de hoy puedo implementar en el liceo donde trabajo. Si bien aún no podemos apoyar en la presencialidad a los estudiantes y a sus familias como acostumbrábamos, podemos escucharlos desde distintas opciones (llamadas, mensajes, etcétera) y ofrecerles apoyo socioemocional. Todos hemos vivido la pandemia de distintas maneras y merecemos ser escuchados”.

Es por ello que el mensaje de Casanueva es fuerte y claro. ”Creo que como penquistas somos una comunidad muy fuerte. Vivimos el terremoto hace unos años atrás, el estallido y ahora la pandemia, por lo que sabemos que ante un ambiente de incertidumbre podemos salir adelante igual. Quizá no de la forma que planeamos, pero siempre volvemos a ponernos se pie. Aprendemos, nos transformamos y crecemos. Pero para ello primero es importante resguardar nuestra salud. Y un mensaje especial para las niñas que se encuentran estudiando a distancia: no se rindan, siempre habrá un profesor, un familiar o un amigo que les brindará apoyo. La educación es el camino para fortalecer nuestra sociedad y ustedes marcarán la diferencia. Ya habrá tiempo para volvernos a encontrar en la ciudad”.

 

“Debemos ser más valientes aún”

Marta San Martín es presidenta del Área de Manejo de Caleta Tumbes, donde cultivan algas, locos, machas; Presidenta de la AG en la Administración del Muelle Tumbes. También es presidenta del Sindicato de Buzos Mariscadores de Caleta Cantera, única mujer que ostenta este cargo en una organización mayoritariamente integrada por varones. Considera que como mujeres no son considerabas como debe ser.

“Todos nos ven como apoyo del pescador y la verdad es que lo somos pero también trabajamos en forma individual y colectiva en un espacio maravilloso, no ausente de tragedias y malos momentos, pero soy feliz y plena como madre- dos hijos profesionales universitarios- esposa, hermana y tía. En mi familia hemos salido adelante porque la visión de dotar nuestros hijos de las herramientas profesionales para que tengan una vida mejor, lo llevamos pegados a la piel”.

El coronavirus no detiene su importante rol. “En este 8 de Marzo, junto con saludar a todas las mujeres de mi país. Siento que este año, en que la vida nos ha dado fuerte por la Covid-19, debemos ser más valientes aún, respetar y exigir que todos cumplan con las medidas sanitarias. Con la vacunación que, para nosotros, sería más favorable si llegaran a inocularnos aquí, en Tumbes”, pidió.

 

La clave es el trabajo en equipo

Desde el mundo industrial, Verónica Vergara, en su puesto de jefa de producción en la División Resinas de Oxiquim, la visión no es distante que de su par del mundo de la pesca. Hasta hoy son 10 años en la compañía y la pandemia es su gran desafío.

“Fue súper difícil el primer periodo, porque era algo totalmente nuevo y al principio era ambiguo el escenario. Sin embargo, empezamos a tomar las medidas necesarias para resguardare la salud de los trabajadores y la continuidad operacional, en donde logré gracias a un equipo comprometido poder llevar de la mejor manera lo que fue el teletrabajo los primeros meses”.

Añadió que “en un principio me costó adaptarme al tener dos hijos y tener la responsabilidad de mantener en funcionamiento las operaciones de la planta, en donde como mujer me tuve que llevar una parte importante de las laborales que se presentaban en la casa, sin embargo, siempre existió una cooperación por hacer las cosas de a dos”.

A su juicio en el trabajo, la comunicación sigue siendo clave. “Creo que tuvimos una buena comunicación como empresa, en donde se tomaron todas las medidas necesarias. La empresa siempre nos entregó los recurso y el tiempo para mitigar los riesgos”.

Y aseveró. “Oxiquim es una familia y todas las personas con las que he trabajado han tenido siempre el sello de la calidad humana, por lo que siempre extrañamos vernos en el día a día. La distancia nunca afectó el ámbito productivo, ya que todos son muy participativos y te apoyan en todo lo que necesitas”.

 

Solidaridad ante todo

Gisela Torres Navarrete, presidenta de la Coordinadora de los Programa ProEmpleo de Coronel. Allá sus integrantes están jugando un papel muy activo para apoyar a la comunidad y a la primera línea sanitaria.

“La primera línea de la salud es una de las más afectadas y nos estamos enfocando en ella. Luego también hemos trabajado con instituciones que necesitan nuestra ayuda. Para nosotros es gratificante como programa y mujeres, poder entregar mascarillas, juegos de sábanas y ajuares para poder ir en ayuda de hogares de ancianos, bomberos, a quienes les hemos confeccionado toallas de mano para que ellos una vez que van a los operativos los usen. Ellos son parte importante de esta primera línea”, contó la representante.

El mismo apoyo lo han dado al Hospital de Coronel , llevando ayuda al área de maternidad y pediatría. “Llevamos ayuda a un centro de diálisis con mantitas para que estén abrigaditos. Llevamos mascarillas y bolsitas reutilizables para que guarden sus remedios. Todo esto lo hemos hecho con mucho cariño, con mucho amor, pensando en que queremos ser un aporte a la comunidad”.

Y recalcó: “Cuando las manos de las mujeres se unen pueden ser muy solidarias”.

 

La ciencia y su rol clave

Por otro lado, las científicas están jugando el rol más importante en medio de esta emergencia sanitaria. Claudia Mardones es un ejemplo de el esfuerzo de la comunidad que busca aportar a desarrollar herramientas para hacerle frente a la pandemia.

Actualmente es académica del Departamento de Análisis Instrumental de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Concepción. También directora de dicho estamento y , a su vez, directora del programa de Doctorado en Ciencia y Tecnología Analítica.

Es en ese contexto que forma parte de un importante proyecto relacionado con el coronavirus. “Trabajo en el ámbito analítico, nuestro fuerte el es el análisis químico y bioanalítico. Hemos avanzado bastante en esa área para abordar justamente proyectos relacionados con la salud de las personas. Cuando surgió la pandemia, los científicos se preguntaron: ¿ cómo puedo hacer algo?, ¿en qué puedo aportar desde mi calidad de experta para poder combatir este problema y cómo puedo hacer algo?. Tenemos una estructura analítica bastante potente a nivel nacional, muy competitivo”, resaltó.

Fue entonces que surgió un concurso para poder desarrollar iniciativas relativas al virus “ Lo que nosotros buscamos es básicamente mejorar, conocer y entender mejor el diagnóstico de los pacientes y porque algunos son leves y otros son graves. Logran entender cuál es la razón pro la cual un paciente en una misma casa por ejemplo, uno de los integrantes tiene un pequeño resfrío y otro se va al hospital y lo tienen que entubar. Desde el punto de vista analítico queremos dilucidar esa pregunta”.

Es por ello que se asociaron con el Hospital Víctor Ríos de Los Ángeles para la toma de muestras. De obtener las respuestas el aporte será relevante para poder predecir el grado de severidad de los pacientes con esta enfermedad.

En lo personal, Mardones siente tristeza por los países donde el combate al virus no se ha hecho con la seriedad que se requiere. “Más que salir de la pandemia, vamos a tener que acostumbrarnos a ella. Es un poco la realidad que se nos viene, per creo que la humanidad tiene la capacidad de adaptarse”.

Y la clave de todo. “ La vacunación es clave para generar inmunidad. Es el mejor camino que tenemos y el más seguro. El menos seguro es no hacerlo. Por lo tanto, cualquiera de las vacunas son suficientemente efectivas”.

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