Se trata de ámbitos con aplicaciones para el estudio de tsunamis y terremotos, minería marina profunda; exploración petrolera profunda junto con seguridad informática y de comunicaciones.
En tiempos de cambios como los que acontecen en el país, la iniciativa científica Milenio que desarrolla la Universidad de Concepción ha trascendido fronteras en cuanto a la creación de valor tanto desde la perspectiva científica, como tecnológica y económica.
Así lo plantea, Osvaldo Ulloa Quijada, profesor titular del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción y además director del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO), quien junto a su colega Aldo Delgado Hidalgo, también profesor titular de la UdeC y director del Instituto Milenio de Investigación en Óptica se dieron tiempo para responder a las preguntas de Diario Concepción.
“Lo que se puede decir en nuestro caso es que el conocimiento científico va más adelante que el desarrollo tecnológico y, por lo tanto, el problema que estamos enfrentando en Chile es que en nuestra investigación no contamos, por ejemplo, con instrumental que nos permita realizar ciertas cosas que no están en el mercado. Y eso significa que existe una tremenda oportunidad para que la desarrollemos en Chile y se generen nuevas empresas que partan por resolver un problema que es científico” destaca Ulloa.
A lo anterior se suma que “una vez que ese desarrollo tecnológico se realiza, posee muchas otras aplicaciones que el mercado puede absorber”.
El investigador del IMO saca a colación un hito histórico cuyos alcances aún no se han terminado de examinar: “a fines de enero y comienzos de febrero de 2018 llegamos a la Fosa de Atacama de 8 mil metros de profundidad y el problema que hoy día tenemos es que no contamos con instrumentos para poder realizar las observaciones que a nosotros nos interesan, pero que ya están desarrolladas para profundidades de mil a cuatro mil metros”.
En otras palabras, aclara el profesor titular de la UdeC, “contamos con ventajas comparativas que nos permitiría invertir en esto del desarrollo tecnológico que es lo que estamos tratando de hacer donde obviamente falta inversión” y resalta además que “es una gran oportunidad que tenemos aquí, ya que contamos con las capacidades técnicas, tenemos los ingenieros y además la accesibilidad de ir a la Fosa de Atacama”.
Otro factor relevante en esta ecuación es que “si desarrollamos una industria tecnológica especializada en instrumentos de profundidad, perfectamente pueden derivar aplicaciones para la minería submarina o petróleo submarino”, eso sí, para Ulloa, la idea es “salirnos de lo tradicional y de lo extractivo” junto con evitar que “otros países en cinco años más nos ganen, porque si no lo hacemos ahora, vamos a perder”, advierte.
Uno de los muchos avances logrados con la extensión de las fronteras asociadas al trabajo de la iniciativa Milenio que desarrolla la UdeC “es la patente de un equipo que mide oxígeno en forma automática que queremos entregar porque nuestro instituto en particular está más dedicado a la investigación, pero hoy día cuando hemos llegado a una frontera se nos abren estas otras oportunidades que antes no lo habíamos visto, porque respecto de lo que habíamos estado haciendo, la tecnología ya estaba”.
Requerido sobre qué rol le gustaría que asumiera el sector privado respecto de su investigación, Ulloa es claro: “Soy un convencido que para un salto más hacia adelante, necesitamos de la participación del sector privado. Lo digo, porque mi carrera científica se ha financiado en gran medida con recursos de fundaciones privadas norteamericanas y me encantaría que esto en Chile también se hiciera. Entre los apoyos que he tenido está la fundación Moore que impulsó la creación de los Ships de Intel y el Instituto Arogrom. Hablamos de millones de dólares que nos han aportado”.
Cuando aquí el académico habla de un “salto” se refiere más específicamente a “establecer un sistema de observación en la Fosa de Atacama no sólo oceanográfico, sino que también geofísico que permita además estudiar toda la actividad de terremotos y de tsunamis lo que tiene aplicaciones directas hacia la Onemi y hacia poder entender cómo funciona (la fosa)”.
Desde una perspectiva más económica o de inversión, lo anterior implica impactos en áreas tales como la actividad productiva costera, minería submarina y exploración petrolera de profundidad.
Ahora, en cuanto la inversión asociada, el científico adelanta que “hablamos de cinco veces más de lo actual, es decir, son USD$ 5 millones, porque además hay que considerar la parte geofísica”.
En relación a por qué debiera ser atractivo invertir en esto, dice que “a partir de esta experiencia se pueden crear empresas tecnológicas en alianza con nosotros que creen productos que se puedan aplicar en áreas de minerías profundas o exploración de petroleras profundas”.
Cabe recordar que éste es el sexto año de 10 que lleva la IMO donde “para hacer lo que queremos hacer, necesitamos este complemento (sector privado) y para algo bien particular que es desarrollo tecnológico e innovación”.
Aldo Delgado Hidalgo, director del Instituto Milenio de Investigación en Óptica explica que “esta idea de la seguridad en redes a través de sistemas cuánticos es tan revolucionaria que ya hoy en día hay varias compañías que están desarrollando equipamiento para implementar esto en la práctica”.
Aquí el contexto de trabajo de la iniciativa Milenio tiene que ver con “la distribución de llaves cuánticas como herramienta por excelencia para garantizar la seguridad” tanto informática como de comunicaciones, donde las aplicaciones van desde la protección de datos personales hasta la defensa nacional, resguardo de información empresarial, es decir, impacta en lo público y lo privado.
Consultado acerca de las posibilidades de que el Instituto Milenio de Investigación en Óptica pueda hacer transferencia tecnológica hacia las empresas, Delgado contesta: “Sí, en eso hemos trabajado bastante y está. También estamos tratando de ser bien ambiciosos a ese respecto en el largo plazo. A nosotros nos interesaría que al interior de los desarrollos del instituto aparezcan empresas spin off basadas en los desarrollos científicos, porque nos interesan las aplicaciones pero siempre desde la ciencia que hacemos”.
En lo referente a la participación de privados en su área, el director indica que “respecto de la iniciativa científica Milenio con fondos mayores podemos acelerar nuestros desarrollos y obtener resultados prontamente. También hay equipamiento que a veces no se puede comprar, porque a veces no se tiene el dinero, generalmente equipos de avanzada con tecnologías nuevas que son fabulosos y respecto de los cuales se pueden generar nuevas tecnologías”.
De esta manera, las nuevas tecnologías se convierten en un punto de unión tanto para los desarrollos en oceanografía como en óptica que pueden significar un nuevo salto de la mano de la inversión privada.