Tranquilidad, seguridad y transporte son los factores que más inciden en la mayor normalización del comercio, tanto en Concepción como en San Pedro de la Paz y Talcahuano.
Una señal de mayor calma, sin desconocer la realidad del descontento social generalizado, dio el comercio al abrir sus puertas en la primera parte de la jornada de ayer.
Desde lavanderías, restaurantes, panaderías y hasta una zapatería permanecieron abiertos entre las 10:30 y las 16:00 horas aproximadamente, tanto en Concepción como en San Pedro de la Paz y Talcahuano. Así, por ejemplo, dueños y encargados de locales y trabajadores de la Diagonal Pedro Aguirre Cerda y alrededores de la Plaza Perú, normal epicentro de manifestaciones estudiantiles, podían verse instalando sus mesas y preparándose para dar servicio, al menos hasta la hora de almuerzo.
Ese fue el caso de María Inés, quien partió temprano trabajando en su lavandería. “Al igual que muchos, soy una trabajadora más, no tengo un negocio grande, pero tengo la necesidad de trabajar, ya que debo hacerme cargo de todos los gastos que se requieren”, planteó la emprendedora.
Del mismo modo, expresó: “Como persona trabajadora rechazo todo lo que es el vandalismo, el desorden, porque la inseguridad como ciudadanos es un tremendo daño que se le hace al país. No entiendo nada de política, pero sí quiero tranquilidad”.
Requerida respecto de qué es lo más relevante para que el comercio pueda seguir trabajando, enfatizó: “tranquilidad y seguridad”.
Desde el Waya’s Gyros de la Plaza Perú, Claudia van der Moler comenta que “tomamos la decisión de abrir con la idea de volver un poco a la normalidad, no queremos que la gente esté escondida en sus casas, sino que transite lo más normalmente posible por la calle y si quiere venir a almorzar, pueda hacerlo en forma tranquila”.
Van der Moler dijo, además, que su intención es poder abrir todos los días a la hora de almuerzo y “a las 17:00 horas ya tener todo cerrado para que la gente pueda irse a sus casas”.
Respecto de lo que considera más importante como factor para seguir trabajando, la encargada de Waya’s Gyros fue clara: “Seguridad. Que se nos asegure que nuestra gente puede estar segura”, insistió.
También agregó que el tema de la locomoción es otro punto importante en la perspectiva de seguir abriendo incluso hasta un poco más tarde y en la medida que todo se vaya normalizando, y no existan actos violentos o desmanes.
Jorge Sender, de Tokio Bol, estimó que “si no tratamos nosotros de dar normalidad a las Pymes, los que necesitamos que funcione la economía y los negocios, y que se haga una vida normal, estamos matando los cimientos. Entonces, creo que la base es tratar de funcionar, ahí veremos hasta qué hora y cómo”.
Sender expresó también que “ no quiero cerrar y la gente que trabaja conmigo tampoco quiere dejar de venir al trabajo y estamos todos comprometidos en tratar de volver a la normalidad”.
En el Assuan de Chacabuco, a unos metros de la Plaza Perú, Ana Villablanca manifestó: “nosotros somos mandados. Nuestro jefe decidió abrir y tenemos que ver qué es lo que va pasando. Nosotros igual queremos vender el pan y atender a los clientes, pero como están con las marchas, los furgones no pueden llegar hasta acá, pero vamos a tratar de hacer lo posible”.
Del mismo modo, la trabajadora del Assuan dijo que “dentro de todo, somos trabajadores, queremos nuestro trabajo y tenemos que seguir adelante hasta cuando se pueda y si vemos que la cosas está mal, lo primero que haremos será bajar las cortinas”.
Eduardo Calixto de la Reparadora de Zapatos Calixto, con más de 30 años en su local de Chacabuco 1277, muy cerca de la Plaza Perú, señaló: “Abrí mi local porque necesito el dinero, tengo que sustentar los gastos que debo costear cada semana y si no le ponemos empeño, de dónde va a salir esa plata. Entonces, hay que buscar una u otra manera de obtener el dinero”.
Humberto Miguel Cerda, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo A.G. de San Pedro de la Paz, tras ser consultado por el balance en su comuna, respondió: “En general, los focos de atentados se centraron en los supermercados, claro que en menor magnitud que para el 27/F. El comercio, en general, no tuvo consecuencias importantes aparte del estrés que significa el estar expuesto a ser saqueados y que tu local o empresa sea destrozado en cualquier momento”.
Por otro lado, afirmó que “hoy (ayer) hubo una jornada semi normal con varios supermercados abiertos atendiendo y se darán las facilidades a los trabajadores para volver temprano a sus hogares”.
Adicionalmente, el timonel del comercio comentó que “se espera volver a la normalidad total lo antes posible y con la confianza que se puedan controlar los eventuales abusos y saqueos”.
En tanto, Pablo Selman, presidente de la Cámara de Comercio de Talcahuano hizo ver que, en términos generales, el comercio minorista de la comuna abrió sus puertas en un 50%, principalmente pequeños comerciantes del centro y almacenes de barrio.
“Hoy (ayer) el comercio minorista abrió temprano y cerró temprano, cerró alrededor de las 15:00 horas y espero que la actividad se vaya normalizando en la medida que todo se vaya calmando”, adelantó Selman.
En cuanto a las probabilidades de especulación de los precios, según todos los consultados, se han mantenido los valores de sus productos y servicios, y esperan que siga así.