Economía y Negocios

CUT de Concepción adelanta paro nacional si gobierno acude al Tribunal Constitucional por proyecto de 40 horas

Hace unos días, el ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, y el subsecretario, Ignacio Guerrero Toro, insistieron que de aprobarse la iniciativa de las diputadas Camila Vallejo y Karol Cariola, habrán más de 200 mil desempleados.

Por: Felipe Placencia 14 de Septiembre 2019
Fotografía: Andrés Oreña P.

La reducción de la jornada laboral tiene en un fuego cruzado de argumentos entre el oficialismo y la oposición.

Curiosamente, ambos coinciden en que la carga laboral debe alivianarse. La discrepancia está en cuántas horas deben reducirse.

Las diputadas Camila Vallejo y Karol Cariola proponen 40 horas y el gobierno 41 y “promedio”.

A juicio de muchos, con este último concepto, el de “promedio”, estaría “la trampa”.

Lo cierto es que en el marco de la realización de la Apec Bío Bío, hicieron presencia en la zona el ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, y el subsecretario del mismo ramo, Ignacio Guerrero Toro. Ambos defendieron su propuesta oficial, aludiendo a serias falencias de la alternativa de 40 horas, que paradójicamente, según varias encuestas, supera el 60% de adhesión popular.

“Así como está presentada es una iniciativa inconveniente para los trabajadores chilenos y las Pymes y tendría vicios de constitucionalidad”, opinó Fontaine.

Mientras que Toro resaltó que efectivamente está “la posiblidad de recurrir ante el Tribunal Constitucional”, tal como lo ha dicho el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, y el propio Presidente Sebastián Piñera.

¿Paro?

Consultado ante esta férrea defensa oficialista en Concepción por parte de las altas autoridades de gobierno, el presidente de la CUT Provincial de Concepción, Sergio Gatica, adelantó que ya se piensan en acciones concretas.

“Son cosas que estamos evaluando, en la medida de cómo va evolucionando el avance del proyecto. Si el gobierno recurre al Tribunal Constitucional, lo más probable es que se va a convocar a un paro nacional para sacar a los trabajadores a las calles”, advirtió el dirigente penquista.

De las declaraciones en Concepción, se desprende que tanto el ministro de Economía, Fontaine, como el subsecretario Toro están confiados que esta medida les dará la razón.

Al ser consultado ante la posibilidad de que el Tribunal Constitucional no de a lugar a sus peticiones o falle en contra del gobierno, Toro no quiso responder si tienen un “plan b o c”.

Es que las dos autoridades citaron apreciaciones ya conocidas: que de no aceptarse las 41 horas promedio, las grandes, pequeñas y medianas empresas, y los trabajadores se verán afectados con más de 200 mil despidos, si toman la vía de las 40.

Lo curioso es que las diputadas Vallejo y Cariola, auguran todo lo contrario con el proyecto que lideran: la creación entre 200 mil y 300 mil puestos.

¿Productividad?

Fontaine aclaró que para efectos de armonizar la premisa de trabajar menos y mantener o superar los salarios sin afectar la producción, se necesita de hacer un cambio paulatino.

Esto, “considerando una mejoría en el tiempo de la productividad. Por ejemplo, que las Pymes y empresas absorban el mayor costo laboral que implica una reducción laboral y con la debida flexibilidad de jornada, de manera que las empresas y los trabajadores busquen los momentos más oportunos para trabajar más intensamente en algunos periodos del mes o del año y en otros puedan hacerlo menos intensamente”, dijo en Mitrinco.

Y es precisamente en la definición de “productividad” donde también hay discrepancia en quién recae la responsabilidad: el empleador o el trabajador.

Los docentes del Departamento de Ergonomía de la Facultad de Ciencias Biológicas (FCB), Fabiola Maureira y Felipe Meyer, son expertos a la hora de analizar de la adaptación del trabajo al hombre.

Según datos proporcionados por la Comisión Nacional de Productividad, el quinquenio siguiente a la implementación de la medida registró una reducción de la productividad de un -0,5%, tendencia que continuó entre 2010 y 2015 (con un -0,3%) y sólo logró repuntar en 2018 (1,3%), único año, desde entonces, en el que se ha registrado un aumento del rendimiento laboral, explicaron.

Igualmente, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Ocde, posiciona a Chile como el quinto país menos productivo de sus miembros y el sexto con jornadas de trabajo más largas, superado sólo por países como México o Costa Rica, precisaron.

Y de acuerdo los investigadores, la fallida relación entre reducción de la jornada y rendimiento laboral, sería consecuencia de la ausencia de “elementos importantes” dentro de la planificación del trabajo.

“Desde el punto de vista ergonómico, en el ámbito que analices hay un déficit de un estudio profundo del diseño del trabajo. Las personas hacen esfuerzos para rendir, pero en ocasiones existen factores debilitadores, como la falta de personal, de herramientas para cumplir una tarea o de vestuario adecuado, por mencionar algunos factores, que pueden actuar en contra del rendimiento, salud o seguridad del trabajador. Todo esto revela que la discusión sobre la duración de la jornada no puede concentrarse únicamente en la cantidad de horas que trabajamos, si queremos, además, ser productivos”, aseguró Fabiola Maureira, quien es doctora en Ergonomía del Conservatoire Nationale Des Arts et Métiers (Cnam) de París.

¿Quién se hace cargo?

A juicio de la experta, “las organizaciones deberían hacerse cargo, tanto de la mantención como del desarrollo de las personas. Es decir, invertir en una serie de procesos internos de entrenamiento, de provisión de herramientas, máquinas o materiales; de actualización de tecnologías, entre otros, pero no siempre lo hacen por considerarlos costos, cuando en realidad son reales motores de inversión”.

Es por ello que Felipe Meyer, doctor en Ergonomía de la Massey University de Nueva Zelanda, planteó que un análisis exige “primero, evaluar la capacidad física e intelectual de una persona, sobre eso estudiamos cuál es la demanda de esa tarea, en qué ambiente tengo que producirlo y después cómo se organizan el trabajo y la gente, para llegar al máximo potencial de productividad posible”.

Sin embargo, aseveró que esta realidad en Chile es poco frecuente. “Hoy, la gente produce bajo un concepto de autorregulación, que implica quedarse hasta más tarde o hacer el trabajo a medias, porque lo que evalúan es cantidad y no calidad del trabajo. Desde ahí viene nuestro concepto de productividad”.

Así, entonces, el presidente de la CUT Provincial de Concepción, Sergio Gatica, hizo un llamado al empresariado. “Que hagan uso de ese discurso que ellos hace tiempo han venido planteando: la responsabilidad social empresarial. ¿Qué mejor que tener a trabajadores trabajando contentos, con tiempo para disfrutar de sus familias y no explotándolos, en algunos casos, de manera muy precaria que todavía permanecen?”.

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