A mejoras ambientales sustantivas relacionadas con riles, olores y emisiones atmosféricas, se suma un potente programa de estudios ecosistémicos del Golfo de Arauco, que busca ampliar el conocimiento científico del área.
La Línea 1 de la planta Horcones ubicada en la comuna de Arauco, fue la primera que operó el grupo Angelini para producir celulosa, allá por la década del 70, tiempos que no existía ley ambiental alguna en Chile.
Mucho se avanzado en materia medioambiental y la primera planta de la empresa Arauco será objeto, a partir de este año, de una ampliación y profunda modernización (US$2.350 millones de inversión), que significará una mejora notable de sus estándares medioambientales, además de triplicar su producción de celulosa.
Esto no quiere decir, aclara el subgerente de Asuntos Públicos, Mauricio Leiva, que la planta no esté operando en norma, y ocupó la siguiente analogía: “Lo de hoy es como tener un Mercedes Benz del año 70, con sus mantenciones al día y repuestos originales, pero con Mapa será como comprar un Mercedes 2019, híbrido y con toda la tecnología, por lo que las emisiones aéreas y de riles, los consumos, como el de agua, por ejemplo, todo eso será mucho más eficiente, cercano al 40% de aumento de eficiencia en el caso del recurso hídrico”.
En suma, Mapa considera detención de la línea 1 (de eucaliptus), que data de la década del 70; modernización de la línea 2 (de pino), que continuará operando, con la incorporación de mejoras productivas y ambientales. Y la instalación de una nueva línea de producción (Línea 3), que considera importantes mejoras ambientales relacionados con riles y medio receptor, reemplazo del actual sistema de tratamiento de efluentes (en construcción desde junio 2015 y que estará operando hacia fin de año), emisiones atmosféricas y olores. También considera nuevos accesos vial y ferroviario, sostuvo el ejecutivo.
Otra arista importante se relaciona con el autoabastecimiento eléctrico a partir de una fuente de energía renovable no convencional (biomasa). Hoy se genera 100 MW de potencia instalada, y se entrega un excedente al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) de 24 MW. Con Mapa, planta que estará operativa el segundo trimestre de 2021, la capacidad de generación llegará a 340 MW, quedando 166 MW para vender al SEN.
El Programa de Estudios Ecosistémicos del Golfo de Arauco (Prega), incluirá a científicos de primera línea en el área marina, que implementan un monitoreo que permita levantar información científica con su respectiva difusión, similar a lo implementado en el río Itata a partir de la construcción de la planta Nueva Aldea. “La innovación en este caso es la transferencia tecnológica para la pesca artesanal, y estamos trabajando con los sindicatos de los pescadores de Laraquete y Arauco en la implementación de proyectos como la instalación de arrecifes artificiales, de modo de incrementar la producción de las áreas de manejo. La idea es crear una especie de lego, imitando a cadenas rocosas, de modo que ahí puedan fijarse distintos productos bentónicos”.
Consultado sobre la evacuación de riles al mar vía ducto, Leiva aseguró que las distintas modelaciones realizadas con la nueva planta funcionando, los distintos parámetros medidos dan cuenta de que la actividad industrial tiene un efecto casi imperceptible en el mar, gracias al proceso de dilución propio de una área marina, por lo que no debiera haber mayores alteraciones, planteó el subgerente de Asuntos Públicos, Mauricio Leiva.
Por su parte, el director ejecutivo del Prega, Renato Quiñonez, recordó que el programa es un compromiso voluntario de la empresa incorporado en la Resolución de Calificación Ambiental del Proyecto Mapa. Está constituido por un consorcio conformado por la Universidad de Concepción, Universidad de Chile, y Pontificia Universidad Católica de Chile.
“Los objetivos generales son incrementar el conocimiento científico acerca de los ecosistemas del Golfo de Arauco; generar y/o transferir conocimiento científico y/o tecnológico de alta relevancia para mejorar la productividad de las Áreas de Manejo”.
También se busca difundir el conocimiento científico generado mediante la publicación de artículos científicos e informes y generar información científica que facilite la toma de decisiones por parte de organismos privados y públicos relacionados con la gestión ambiental de la Planta Nuevo Horcones.
“Buscamos contribuir en la evaluación del potencial impacto ambiental de la Planta Nuevo Horcones, a fin de responder oportunamente a las inquietudes de la comunidad. Además, se quiere generar conocimiento científico de excelencia que contribuya a una gestión ambiental óptima por parte de la nueva planta”, sostuvo el también profesor titular del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción, Renato Quiñonez, quien recordó que no se trata de un programa de monitoreo, ni de seguimiento.
Consultado el profesor emérito de la Universidad de Concepción e investigador del Centro de Ciencias Ambientales Eula Chile, Oscar Parra, éste dijo que en general, reconoce una actitud proactiva de la empresa Arauco respecto al trabajo que realiza para mitigar sus impactos ambientales.
No obstante, mostró su preocupación por la carga ambiental de la operación de cuatro plantas de celulosa, incluidas tres de Cmpc, todas las cuales derivan sus afluentes al Golfo de Arauco, vía río Bío Bío.
“No sé si eso se está estudiando o que al alero del proyecto Mapa se esté considerando, pero hay que recordar que la producción total entre las cuatro plantas, incluida Nueva Horcones, llegará a los 4 millones de toneladas de celulosa al año, cuyos riles llegan a un mismo espacio marino”.
En este sentido, Quiñonez recordó que hay que entender que hay varias otras empresas que operan en el golfo, como termoeléctricas y la propia pesca industrial. Aun así, aseguró que el Prega contempla estudiar el efecto del vertimiento de riles al Golfo de Arauco.