Economía y Negocios

Baja inversión en I+D: ¿Cómo se explica y cuánto importa?

Por: Edgardo Mora 18 de Febrero 2018
Fotografía: Pexels

Según la VII Encuesta Nacional sobre Gasto y Personal en I+D, correspondiente a 2016 desarrollado por el Ministerio de Economía, Chile sigue sin repuntar y queda otra vez en el último lugar entre los países de la Ocde.

En este sentido, economistas e investigadores locales responden al cómo se explica esto y por qué es tan importante invertir en Investigación y Desarrollo, I+D para el crecimiento económico.

Claudio Lapostol, ex seremi de Economía de Bío Bío y actual académico de la Universidad Andrés Bello, Unab, indica que “la baja inversión en I+D en Chile se explica, a mi juicio, por dos conceptos, uno la poca cultura que existe en Chile para hacer investigación. Todo se desea al más corto plazo posible, y todo lo que conlleva investigación requiere de tiempo y el segundo concepto, como siempre, es el incentivo que se ofrece a las empresas privadas vía impuestos, lo que no resulta atractivo para ellas, por tanto si sacamos lo engorroso y los valores, seguramente las empresas van a apostar por la Investigación”.

En tanto, para Renato Segura, director del Centro de Estudios de la Realidad Regional, Cerr, las razones de la falta de inversión en I+D: “guardan mucha relación con el bajo nivel de competitividad del grueso de las empresas chilenas y las barreras de entrada que caracterizan al mercado local para el ingreso de nuevos competidores”.

En este sentido, agrega Segura, “por lo general, la competitividad empresarial se manifiesta por el grado de internacionalización del sector (las empresas se enfrentan a mercados con muchos competidores). En este sentido, a nivel regional apenas el 1,6% de las empresas Pymes exportan”.

Otros aspectos son los relacionados con “el grueso de las empresas, cuyos clientes pertenecen al mercado local, que participan de un mercado imperfecto (por tamaño, asimetrías de información, etc.). Esto les permite gozar de altas barreras de salidas de sus clientes” dice el director del Cerr.

Ariel Yévenes, académico e investigador de la Universidad del Bío Bío y director del Centro de Estudios Urbano Regionales, plantea la necesidad de diversificar nuestra canasta productiva, “ya que se encuentra esencialmente marcada por el desafío de la innovación. En este sentido, la canasta productiva chilena se encuentra muy señalada por la concentración en un conjunto acotado de producciones muy especializada en torno a comoditties y producciones basadas en recursos naturales”.

Yévenes señala además que “el desafío de agregar valor a la producción demanda una innovación de carácter socio productiva que promueva la articulación entre gran empresa y la Pyme, de manera tal de aprovechar la experiencia competitiva de la gran empresa y difundir dicho aprendizaje hacia redes de Pymes más proclives a la innovación, generando de este modo una mayor productividad a nivel de sistema productivo más que en un sistema que hasta ahora se encuentra muy concentrado”.

Importancia del I+D

De acuerdo con el ex seremi de Economía “es muy importante, solo ver los números de los países que sí invierten ( en I+D) y cómo su calidad de vida mejora notablemente. La Inversión y desarrollo en innovación, por ejemplo, hizo que países como Corea del Sur hoy nos lleve una ventaja notable, siendo que en la década de los 60 éramos muy similares en cuanto a PIB y otros guarismos económicos, hoy Corea del Sur invierte un 4,4% de su PIB en I+D mientras nosotros invertimos el 0,4%, es decir, 11 veces menos”.

Lapostol resalta también que “cualquier avance tecnológico sólo generará una mayor productividad en el país y, por ende, para obtener el mismo beneficio se ocuparán menos horas y menos recursos financieros que serán a su vez ocupados para solucionar otros problemas que irán en directo beneficio del bienestar de las personas”.

Por su parte, Renato Segura afirma que “ I+D permite a las empresas estar a la vanguardia en su interacción con el mercado, lo que les permite mantener en el tiempo un nivel de beneficio económico positivo. Las empresas que no invierten en I+D enfrentan menores márgenes de utilidad y mayor riesgo de enfrentar un mercado más competitivo (menores precios de venta del producto).

Andrés Ulloa, ex decano de la Facea de la Universidad Católica de la Santísima Concepción tiene claro que “la importancia de la I+D se resume en una palabra, productividad. Esto es obtener más beneficios o reducir los costos y por lo tanto aumentar el margen en el largo plazo. Pero ello requiere invertir en tiempo, recursos humanos y dinero. Muchas empresas no ven que sea útil y prefieren copiar o incluso no hacer cambios. Hay variables que influyen en ello. Una es que Chile tiene concentrada su producción en la extracción de recursos. Otra es que muchas empresas en Chile no son muy profesionales y no hay una mentalidad hacia la I+D, especialmente en las medianas. Se piensa más en el corto plazo y la inversión en I+D se ve como gasto”.

El ex decano apunta además a que “existe sustitución de recursos privados por recursos públicos donde algunas empresas prefieren usar el dinero del Estado y no invertir en I+D sus propios recursos. Por ello es cada vez más baja la participación privada en el financiamiento de la I+D”.

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